'Saludo a nuestos hermanos musulmanes del mundo entero': Francisco

El Sumo Pontífice llamó al respeto recíproco entre los seguidores del Islam y los cristianos.

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"El amor de Dios no es algo vago", aseguró Francisco. (Agencias)
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Agencias
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco envió "un saludo a los musulmanes del mundo entero", a los que llamó "hermanos" y exhortó a que cristianos e islámicos se comprometan a favor del "respeto mutuo especialmente a través de la educación de las nuevas generaciones".

Al término del rezo dominical del Angelus, el pontífice recordó la reciente conclusión del Ramadán, el mes de ayuno de los musulmanes.

"Quisiera dirigir un saludo a los musulmanes del mundo entero, nuestros hermanos, que hace poco han celebrado la conclusión del mes de Ramadán, dedicado en modo particular al ayuno, a la oración y a la limosna", dijo Francisco desde la ventana del estudio del Palacio Apostólico vaticano, de acuerdo con AP.

"Como he escrito en mi mensaje por esta circunstancia, deseo que cristianos y musulmanes se comprometan para promover el respeto recíproco, especialmente a través de la educación de las nuevas generaciones", acotó.

Asimismo, el Papa recordó que la Iglesia celebra este domingo "la memoria de Santa Clara de Asís, que tras las huellas de Francisco abandonó todo para consagrarse a Cristo en la pobreza".

"El suyo es un testimonio del Evangelio de hoy. Que nos ayude al lado de la Virgen María a vivirlo también nosotros, cada uno según su propia vocación", dijo.

Durante el Angelus, el pontífice habló "del deseo del encuentro definitivo con Cristo, un deseo que nos hace estar siempre listos, con el espíritu despierto, porque esperamos este encuentro con todo el corazón, con todo nuestro ser".

Según Francisco, "el verdadero tesoro del hombre es el amor de Dios, que da sentido al compromiso cotidiano, a las fatigas y a las caídas y ayuda también a enfrentar las grandes pruebas".

"El amor de Dios no es algo vago, un sentimiento genérico, el amor de Dios tiene un nombre, Jesucristo. Porque nosotros no podemos amar el aire, amamos personas y esa persona es Jesús", afirmó.

"Es un amor que da valor y belleza a todo el resto, a la familia, al trabajo, al estudio, a la amistad, al arte, a toda actividad humana. Y también da sentido a las experiencias negativas, porque nos permite ir más allá y no quedarnos prisioneros del mal", explicó.

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