Se fue del Vaticano, pero lo siguió el amor

Fieles acudieron a saludar a Benedicto XVI, ahora como Papa Emérito, en Castel Gandolfo.

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En la plaza de Castel Gandolfo los fieles coreaban: "¡Benedetto, Benedetto!". (Agencias)
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Agencias
WASHINGTON, D.C.- Tras abandonar el Vaticano en helicóptero, Benedicto XVI, que ahora es papa emérito, llegó a su nueva residencia en Castel Gandolfo, y apareció en el balcón, la gente en la multitud comenzó a gritar su nombre y él debió esperar a que se calmaran para poder hablarles.

Ahí Benedicto XVI saludó a los fieles en su última día como Papa.

Mientras el helicóptero sobrevolaba encima, las campanas comenzaron a sonar con más fuerza que antes. La multitud en la plaza de Castel Gandolfo comenzó a cantar y a corear "¡Benedetto, Benedetto!".

El hermano mayor de Benedicto XVI dice que el último día de éste como pontífice el jueves fue un asunto más privado que su despedida del miércoles.

Monseñor Georg Ratzinger dijo a la televisora alemana RTL en su casa en Regensburg, Alemania, que la despedida del miércoles en la plaza de San Pedro fue "el día más importante para mí". Fue el último encuentro de Benedicto XVI con los fieles "y, con eso, lo esencial ya ha ocurrido".

"Hoy es más privado, una especie de asunto complementario, al menos desde mi punto de vista", afirmó.

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