Agencias
WASHINGTON/SANTIAGO.- La presencia del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en La Habana a fines de enero supone la primera llegada a Cuba de un directivo de esa organización en casi 50 años.

La visita del dirigente chileno marca el primer contacto oficial de la organización con Cuba desde que ésta fuera reintegrada al seno de la organización en 2009, tras haber sido suspendida en 1962. La Organización de Estados Americanos (OEA) fue creada el 8 de mayo de 1948 por todos los Estados americanos, incluido Cuba, pero el 31 de enero de 1962 esos mismos países decidieron, por mayoría, suspender a la isla por su vínculo con las naciones del bloque chino-soviético.

La OEA consideró entonces "incompatible" esa relación con el Sistema Interamericano y tomó una histórica y polémica decisión.

Desde entonces, ningún titular de la OEA se había desplazado a la isla. "Insulza respondió afirmativamente a la invitación que fue formulada por el Gobierno de Cuba en su calidad de Secretario "pro témpore" de la Celac", dijo escuetamente la organización americana.

Regreso a la OEA

En la reunión de Honduras en 2009, fue Insulza el que logró que todos los miembros de la entidad acordaran por unanimidad reintegrar al Ejecutivo de la isla a la OEA, levantando, así, la suspensión.

En aquel vértice se estipuló que la "participación de Cuba en la OEA será el resultado de un proceso de diálogo iniciado a solicitud del Gobierno de Cuba y de conformidad con las prácticas, los propósitos y los principios de la OEA", lo que, de facto, imponía a la isla a acatar el contenido de su carta fundacional.

Esa carta en su artículo 3-D impone la observancia del "ejercicio efectivo de la democracia representativa". Cuba se ha negado a iniciar ese diálogo estipulado por la OEA, argumentando que la organización sigue bajo el dominio de Estados Unidos.

Fuentes diplomáticas aseguran que Insulza en La Habana podría empezar a despejar las dudas sobre la próxima Cumbre de las Américas, que se realizará en Panamá en 2015 y cuya celebración está en entredicho tras el incidente de la interceptación del barco norcoreano con un cargamento secreto de armas cubanas en el canal de Panamá.

Ese conflicto ha llevado al Ejecutivo panameño cuestionar la presencia de Cuba en la reunión, una presencia que en la anterior cumbre de Cartagena de Indias se estableció como condición "sine qua non" por los países participantes para acudir a la siguiente.

Cuba ya fijó su posición y dijo que no quiere volver al Sistema Interamericano, incluso, el mismo presidente cubano, Raúl Castro, afirmó que la OEA es un organismo que "tiene que desaparecer".

Siempre presente

La Habana, que nunca ha estado en una Cumbre de las Américas, siempre ha sido uno de las protagonistas de las citas, por el debate que se genera entre los Estados debido por la isla caribeña.

Sobre la cuestión, Insulza volvió a jugar sus cartas y aseguró que no ve "razón" para no invitar a Cuba a las Cumbres de las Américas que se celebran cada 3 años. También opinó que la oposición de Estados Unidos a esa idea está "dividiendo" la región.

Justamente al amparo de esos debates surgió la idea de crear la Celac en 2011, como un foro alternativo a la OEA que la mayoría de los países latinoamericanos consideran demasiado dominada por Washigton.

La Celac, integrada por todos los países americanos, menos Estados Unidos y Canadá, celebrará el 28 y 29 de enero su cumbre y le ha extendido a Insulza una invitación clave y osada a la cita. "Celac y OEA no son incompatibles y pueden coexistir", opina el chileno.