Agencias
WASHINGTON, DC.- Un hombre acusado de planear un ataque contra el Capitolio de Estados Unidos, seguidor de Estado Islámico, afirmó en una entrevista que si no hubiera sido detenido, se habría dirigido a Washington para dispararle al presidente Barack Obama en la cabeza.

Christopher Lee Cornell fue entrevistado por la cadena WXIX-TV de Cincinnati desde su celda de Kentucky, y confesó que es un seguidor del Estado Islámico y que tenía intenciones de asesinar a oficiales estadounidenses en represalia por los ataques aéreos de su país sobre bastiones de esa organización terrorista en Irak y en Siria.

La estación de Cincinnati dio a conocer sólo una parte de la entrevista anoche, poco antes que el abogado de Cornell argumentara en la corte que dar a conocer la misma violaría los derechos de su defendido a acceder a un juicio justo, según publica el sitio web ansa.it.

Lo más sorprendió de la entrevista, fue cuando Cornell afirmó que, si no hubiera sido detenido en enero pasado, habría tomado sus armas para cometer una verdadera masacre entre el gobierno de Estados Unidos.

En particular, aseguró que habría tomado una de sus armas y la "habría puesto en la cabeza de Obama, apretado el gatillo, y luego desatar más balas en el Senado y en la Cámara de Representantes, y también atacado la Embajada de Israel y otros edificios más".

En varias ocasiones de la entrevista, Cornell se identificaba a sí mismo como musulmán. Afirmó que quería desatar una serie de ataques debido "a la continua agresión estadounidense contra nuestra gente, y por el hecho de que Estados Unidos, especialmente el Presidente Obama, quiere hacer la guerra contra el Estado Islámico".

"Podrán decir que soy un terrorista, pero ustedes deben saber que nosotros vemos a las tropas estadounidenses como terroristas, llegando a nuestra tierra, robando nuestros recursos y matando a nuestra gente, violando a nuestras mujeres", continuó el joven.

Cornell aseguró que hay partidarios del Estado Islámico en Ohio y en cada Estado de la Nación. "Estamos más organizados de lo que ustedes creen", advirtió.

Los cargos contra Cornell son intento de asesinato a empleados del gobierno, por lo que podría ser condenado hasta 20 años de prisión.

Cornell fue arrestado afuera de una tienda de armas, cerca de su casa, el 14 de enero pasado, luego que el FBI denunció que había comprado dos armas de asalto M-15 y 600 cartuchos de municiones.

De acuerdo a la denuncia del FBI, Cornell planeaba desatar una "verdadera jihad", atacando el Capitolio y disparando contra funcionarios y empleados públicos.