Agencias
SANTIAGO, Chile.- Una corte chilena condenó el martes a cuatro años de libertad vigilada al cura de origen irlandés John O'Reilly por abusar sexualmente de una menor cuando se desempeñaba como asesor espiritual en una escuela.

El Tercer Tribunal Oral de Santiago, tras dos meses y medio de proceso oral, también inhabilitó al sacerdote para desempeñarse en ámbitos educativos y decidió incorporar sus datos genéticos en un listado de abusadores. La Fiscalía había solicitado una condena de 10 años por abuso sexual reiterado, según informa The Associated Press.

O'Reilly, líder del grupo católico Los Legionarios de Cristo, estaba acusado de abusar de dos hermanas pero fue condenado por uno de los casos y absuelto por el segundo.

El cura asesoraba al colegio Cumbres, de la rica comuna de Las Condes y, según los jueces, abusó varias veces de una de las menores entre 2010 y 2012.

"Estamos muy conformes" porque se condenó al cura "no por un abuso sino por varios abusos reiterados", dijo la fiscal Lorena Parra.

Absuelto de un caso

También destacó que se haya castigado a O'Reilly a penas accesorias como no poder trabajar en ámbitos escolares ni con niños y a que su información genética sea incluida en un archivo de abusadores. 

La fiscal recordó que la familia de las víctimas nunca pretendió que el cura fuera a la cárcel "sino que la justicia le creyera".

En tanto, el defensor de O'Reilly, Luis Hermosilla, dijo que tiene 10 días para pedir la nulidad del juicio y destacó que su cliente fue absuelto en uno de los casos.

O'Reilly llegó a Chile a mediados de los ochenta y se le otorgó la nacionalidad por gracia en 2008.

El cura es uno de los líderes de Los Legionarios de Cristo, un grupo conservador de la Iglesia Católica cuya reputación sufrió un duro golpe cuando se descubrió que su fundador, el fallecido sacerdote mexicano Marcial Maciel, había abusado de seminaristas y tenía un hijo.

El dato

El caso de O'Reilly se suma a otros que han dañado la imagen de la Iglesia Católica en Chile como la condena canónica al sacerdote Fernando Karadima, que durante años eludió graves acusaciones de abuso sexual reiterado formuladas por cuatro profesionales porque el entonces arzobispo de Santiago no ordenó ninguna investigación.

Karadima fue condenado por el Vaticano a llevar una vida de "penitencia y oración" luego de que el caso se dio a conocer en televisión. Sin embargo, la justicia absolvió al cura porque había pasado mucho tiempo desde que ocurrieron los hechos.