Agencias
DALLAS, Texas.- Ethan Couch, el joven que mató a cuatro personas en un accidente por conducir ebrio en Texas en 2013, fue sentenciado hoy a cuatro condenas consecutivas de 180 días de cárcel, por lo que deberá permanecer en prisión por casi dos años, tras violar su libertad condicional y huir a México.

“No vas a salir de la cárcel hoy”, le dijo a Couch el juez Wayne Salvant al imponerle las sentencias en una audiencia este miércoles en la corte del condado de Tarrant, en Fort Worth, informa la agencia Notimex.

Salvant dijo que Couch debe pasar 180 días en la cárcel por cada una de las cuatro personas que mató en 2013 cuando impactó su vehículo contra un grupo de personas que ayudaban a un automovilista, provocando la muerte de cuatro de ellos y dejando a otra parapléjica.

Couch tenía entonces 16 años y su nivel de alcohol en la sangre era tres veces por encima del límite legal para los conductores adultos cuando ocurrió el accidente.

La audiencia de este miércoles marca la primera vez en que Couch es tratado como adulto por el sistema judicial, luego de haber cumplido 19 años el pasado lunes.

El síndrome de 'afluencia'

Couch es conocido en Estados Unidos por haber evadido la cárcel tras el accidente gracias a una polémica defensa en la que un psicólogo sostuvo que el entonces adolescente padecía del síndrome de "afluencia" porque la riqueza con la que sus padres le criaron le impidió comprender las consecuencias de su comportamiento.

Un juez estuvo de acuerdo con el argumento utilizado por la defensa y lo sentenció en 2013 a 10 años de libertad condicional.

Sin embargo, en diciembre pasado Couch violó las condiciones de su libertad al fugarse a México luego de que apareciera un video en el que se le ve en una fiesta en la que se consumió alcohol, en un primer quebranto a las disposiciones que le habían sido impuestas.

Couch fue detenido en México y extraditado a Estados Unidos en febrero pasado. Desde entonces ha permanecido en la cárcel del condado de Tarrant, esperando a que se determinara el castigo que debería recibir por violar los términos de la libertad condicional.