Agencias
LAMPEDUSA, It.- La Fiscalía de Agrigento (Sicilia) no abrió ninguna investigación sobre presuntos auxilios deliberadamente no prestados en el mar a los inmigrantes que estaban en la embarcación naufragada hace dos días frente a las costas de Lampedusa.

Las fuentes judiciales aseguraron que no fue instruido ningún sumario sobre civiles ni militares o fuerzas del orden por no dar ayuda en la tragedia, con 111 cadáveres recuperados y más de un centenar de desaparecidos.

En tanto, el premier frances, Jean-Marc Ayralut, pidió una reunión urgente de los países europeo sobre la inmigración tras la tragedia ocurrida en la isla de Lampedusa.

"Es importante que los responsables políticos europeos hablen de esto y cuanto antes, juntos", declaró el premier. "Les toca a ellos reunirse para hallar la respuesta justa", acotó y subrayó que "la compasión no es suficiente".

Tras el naufragio, el Papa y las máximas autoridades instaron a toda la Unión Europea a colaborar sobre este tema, que no cesa de cobrar víctimas.

Una denuncia, según escribe el diario La Sicilia, será presentada en cambio a la fiscalía militar de Nápoles por un exgeneral de la aeronáutica militar, Vittorio Scarpa, que anunció la iniciativa para arrojar luz sobre quiénes y porqué no habrían advertido a la guardia fronteriza del naufragio.

Según la reconstrucción del periódico, en efecto, dos lanchas de ese cuerpo militar, presuntamente permanecieron atracadas en el muelle de la isla de Lampedusa, la más cercana a las costas africanas.

En cambio, los inmigrantes sobrevivientes del naufragio están siendo indagados, casi todos por inmigración ilegal, con excepción de los menores. Los otros prófugos, más de 100, están inscritos como prevé la ley Bossi Fini en el registro de los investigados por inmigración ilegal.

Pero las consecuencias de la ley Bossi-Fini están creando una polémica ulterior por las posibles consecuencias penales a cargo de los pesqueros que ayudaron a los inmigrantes que se estaban ahogando.

"La gente moría en el agua, pero los militares pensaban en hacer fotos y videos. Tenían que pensar en sacar a las personas. Nosotros los hacíamos subir cuatro por vez. Sólo ésto nos interesaba y cuando mi barca estaba repleta de inmigrantes y pedíamos a los militares de la guardia costera de subirlos bordos, decían que no era posible y que debían respetar el protocolo".

Eso lo afirmó Vito Fiorino, propietario de un pesquero que fue uno de los primeros en socorrer a los náufragos de Lampedusa.

"Con las medidas represivas no resolveremos nunca el problema, es impensable que quien escapa de guerras y muertes se detenga frente a la hipótesis de delito", dijo la presidenta de la Cámara de Diputados italiana, Laura Boldrini, al concluir una vista al centro de recepción de Lampedusa.

"Esta tragedia no puede ser superada con alguna hora de conmoción pero la política debe poner en marcha intervenciones legislativas", añadió.

Y en tanto no se detiene la oleada de migrantes dirigidos a Italia. Ayer fueron trasladados a Porto Palo, 120 sirios que estaban a bordo de una embarcación de goma, socorridos primero en aguas de Malta por un mercantil con bandera panameña y trasladados luego a bordo de dos lanchas de la guardia costera siciliana.

Una vez llegadas al puerto, las dos embarcaciones zarparon nuevamente para alcanzar otra patera en dificultades, señalada a 28 millas al sur de Porto Palo, en la cual se encontrarían unos 200 inmigrantes.

Por su parte, las clínicas privadas sicilianas se manifestaron disponible a dar asistencia sanitaria gratuita a los sobrevivientes del naufragio.

"Recogiendo el llamado del papa Francisco -dijeron 55 instituciones médicas- estamos dispuestos a unir los esfuerzos en signo de una decidida colaboración de todos".