Toman las calles de Irak en protesta por el gobierno

Exigen suníes la renuncia del primer ministro, que ordenó arrestos y bloqueos a vecindarios de dicha comunidad religiosa.

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El gobierno integró una comisión para atender las demandas de los suníes. (Agencias)
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Agencias
BAGDAD, Irak.- Decenas de miles de musulmanes suníes se congregaron el viernes en varias ciudades iraquíes para protestar por lo que consideran un tratamiento injusto por parte del gobierno nacional de mayoría chií, lo que agravó las preocupaciones sobre las tensiones sectarias, informa Associated Press.

Los suníes han efectuado protestas masivas desde fines de diciembre. Exigen la renuncia del primer ministro chií Nuri al-Malaki y reclaman la liberación de miles de suníes que dicen fueron arrestados arbitrariamente con el pretexto de la lucha contra el terrorismo. También quieren que las autoridades rescindan políticas que consideran discriminatorias en perjuicio de los suníes.

Los manifestantes esperaban desplazar sus demostraciones desde las provincias predominantemente suníes hacia Bagdad el viernes, pero desistieron de ese plan después que el gobierno rechazó su solicitud e impuso estrictas medidas de seguridad. Las fuerzas de seguridad del gobierno bloquearon los caminos procedentes de las provincias suníes y cerraron el acceso a todos los vecindarios suníes.

En las ciudades occidentales de Faluya y Ramadi, antiguos bastiones insurgentes, los manifestantes bloquearon la carretera principal que conduce a Jordania y Siria para efectuar sus plegarias del mediodía. Otros se congregaron en las plazas principales en las ciudades norteñas de Samarra, Mosul y Kirkuk. Los residentes locales se reunieron frente a una mezquita suní en Bagdad.

"¿Dónde está la sociedad (en el gobierno) de la que hablan? Los suníes sólo están viendo genocidio y marginación", enfatizó el clérigo Saad al-Fayadh frente a miles de feligreses en Ramadi. Su discurso fue interrumpido varias veces por los manifestantes que elevaban los puños al aire al grito de "¡Dios es grande!"

El clérigo acusó al gobierno de mayoría chií de permitir que crezca la influencia iraní en Bagdad. Dijo que los peregrinos iraníes pueden entrar fácilmente en Irak y que milicias chiíes respaldadas por Irán han marchado por las calles.

"¿Soy un extranjero? ¿Somos ciudadanos de segunda clase? ¿Somos los enemigos? Nosotros somos Anbar, Kirkuk, Nínive y Salahuddin", afirmó, refiriéndose a provincias suníes.

A fin de aliviar la tensión, el gobierno formó un comité para sopesar las demandas suníes. Ha puesto en libertad a unos 3,000 detenidos y está procesando la habilitación de miles de antiguos funcionarios de Sadam Husein para permitirles recibir sus pensiones o vender propiedades que quedaron bloqueadas después de la invasión del 2003 encabezada por Estados Unidos.

Horas antes de las plegarias del viernes, tres balas de mortero hicieron impacto en una base militar en Faluya, pero no se reportaron bajas, según funcionarios policiales y militares que hablaron con la condición de no ser identificados por no estar autorizados a difundir información.

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