Agencias
BUENOS AIRES, Argentina.- El gremio de trabajadores bancarios comenzó este jueves un paro de 48 horas en Argentina, lo que paralizó al sector financiero y complicó las operaciones del mercado cambiario y la disponibilidad de efectivo en cajeros automáticos.

La protesta, que implica que no habrá servicios bancarios hasta el próximo lunes, se realizó en protesta por el despido de miles de personas, que ha formado parte de la política del presidente Mauricio Macri.

Los trabajadores también exigen la inmediata reincorporación de sus compañeros de los estatales Banco Nación y Banco Provincia, aumento salarial del 30 por ciento y garantías de estabilidad laboral, ya que la ola de despidos en el sector público y privado no ha concluido, informa Notimex.

Sergio Palazzo, secretario general de la Asociación Bancaria, sindicato que aglutina a más de 20 mil trabajadores, explicó que desde la llegada de Macri a la Presidencia, el 10 diciembre pasado, miles de personas fueron despedidas, no por falta de aptitudes, sino porque es una estrategia del gobierno.

Explicó que los banqueros les ofrecieron un aumento del 20 por ciento en dos pagos por tres meses y un 28 por ciento para lo que resta del año, lo que es insuficiente debido a la elevada inflación que registra el país.

Este jueves, el centro de Buenos Aires, conocido como “La City”, que alberga las oficinas centrales de todos los bancos públicos y privados, amaneció tapizado de papeles en los que se exigía “Defensa de la carrera bancaria” y ratificaba la huelga de 48 horas.

Los manifestantes cerraron varias calles con mantas en las que se podían leer consignas como “bancarios en lucha” y “basta de despidos”, mientras agitaban banderas de La Bancaria, como se conoce popularmente al gremio.

Inflación disparada

En las fachadas de los bancos, se colocaron además carteles que explicaban a los usuarios los motivos de la movilización, que se suma a las crecientes protestas sociales que han marcado los poco más de cuatro meses de gobierno de Macri.

“Defendamos la banca pública”, convocaban otras mantas colocadas en el Banco de la Provincia de Buenos Aires, donde también había carteles en contra del presidente del Banco Central de Argentina, Federico Stuzenegger.

Los trabajadores recordaron que el funcionario está procesado por presuntos delitos económicos, y que desde que asumió el cargo han aumentado las tasas de interés, se disparó la inflación y se desarticularon los controles sobre la actividad financiera.

Algunas sedes bancarias optaron por custodiar el ingreso con policías, ante el temor de que la protesta derivara en la toma de sucursales, lo que no estaba previsto por parte de los trabajadores.

En la Plaza de Mayo se colocó una inmensa e inusual valla para impedir que los manifestantes se acercaran hasta la presidencial Casa Rosada.