Agencias
TEL AVIV, Israel.- Este viernes un grupo de palestinos atacaron la tumba de José, en Nablus, acto que fue condenado por la ONU, y avisó de las graves consecuencias de convertir el conflicto palestino-israelí en un conflicto religioso. 

"Este incidente representa un episodio especialmente preocupante dada su dimensión religiosa", dijo ante el Consejo de Seguridad el subsecretario general de la ONU para Asuntos Políticos, Tayé-Brook Zerihoun.

De acuerdo con información del sitio web Ansa Latina, la tumba de José en Nablus, Cisjordania, es un santuario venerado por los judíos y desde hace años un lugar de fricciones constantes entre israelíes y palestinos.

Según una tradición de la época bizantina, bajo una gran piedra reposan los restos de José.

Se trata de uno de los 12 hijos de Jacob (luego nombrado Israel) y de Raquel, vendido por sus hermanos y llevado a Egipto. Según el relato bíblico, José se convirtió en un influyente consejero del Faraón de Egipto.

En su lecho de muerte expresó su voluntad de ser sepultado en la tierra de la familia en Sichem (la actual Nablus). Y según la tradición, Moisés ordenó que sus huesos fueran llevados a la tierra de Israel, cuando los judíos huyeron de Egipto.

Tras la guerra de los Seis días (1967) la tumba volvió a ser frecuentada por los fieles judíos en números crecientes y en el edificio vecino fue abierto un colegio rabínico.

Pero con los acuerdos de Oslo (1993), Nablus obtuvo el estatus de ciudad autónoma palestina y la tumba permaneció en su interior como "enclave" abierto al culto judío. Desde entonces, en los momentos de mayor tensión política, el santuario fue objeto de ataques (incluso cruentos) de milicianos palestinos. Así sucedió en 1996, en dos ocasiones, en 2000 y en 2002.

En base a acuerdos entre Israel y la Autoridad nacional palestina, desde entonces grupos organizados de fieles judíos tienen acceso una vez al mes a la Tumba de José, escoltados por el ejército israelí.