Agencias
LONDRES, Inglaterra- El cardenal británico Keith O'Brien, envuelto recientemente en un escándalo sexual, no podrá pasar su vejez en Escocia, como intentaba hacerlo, y deberá abandonar el Reino Unido.

La orden le habría llegado, según el diario de Glasgow The Herald, citado por Ansa Latina, desde "los altos mandos del Vaticano", que sugirieron al cardenal la vía del exilio.

El medio cita como fuentes a algunas personas muy allegadas al cardenal, quien fue obligado a la dimisión y a la renuncia a participar en el último Cónclave después de haber admitido "comportamientos impropios" con sacerdotes de su exarquidiócesis.

El pedido de dejar el país habría llegado desde Roma en los días pasados para evitar que el cardenal sea aún motivo de escándalo para la Iglesia Católica.

Los planes de O'Brien era muy distintos: después de haber anunciado su retiro quería transcurrir el resto de su vida en una casa de campo propiedad de la Iglesia en el este de Escocia. 

A pocos días del Cónclave, en el cual se eligió a Jorge Mario Bergoglio como sucesor de Benedicto XVI, llegaron hasta El Vaticano las acusaciones de "comportamientos inapropiados" en contra el cardenal británico.

Apenas unos días atrás, tres sacerdotes escoceses que trabajaron en el pasado con O'Brien presentaron una denuncia al nuncio apostólico en Escocia, Antonio Mennini, en la cual pidieron la inmediata dimisión del purpurado.

Un portavoz del cardenal informó públicamente que O'Brien negó las acusaciones. Asimismo, según publicaciones de prensa, tanto los acusadores como el acusado habrían presentado sus respectivas declaraciones una semana antes del anuncio de la renuncia del papa, el pasado 11 de febrero.

Tras el escándalo que lo rodeó en Gran Bretaña y las altas esferas vaticanas, el cardenal renunció su puesto de arzobispo de St Andrews y Edimburgo tras ser acusado de "comportamiento inapropiado" en los años 80, y admitió que su "conducta sexual" no fue siempre la que se esperaba de él.

En un comunicado divulgado por la Iglesia Católica de Escocia, O'Brien pidió perdón y reconoció que, "a veces, mi conducta sexual cayó por debajo de los estándares que se esperaban de mí como sacerdote, arzobispo y cardenal".

El lunes 25 de febrero, el todavía papa Benedicto XVI aceptó la renuncia de O'Brien un día después de que éste fuese acusado de acoso en la prensa británica por cuatro sacerdotes, lo que dejó al Reino Unido sin representante en el cónclave papal.

El pontífice aceptó la renuncia presentada meses antes de que, el 17 de marzo, O'Brien cumpla 75 años.

El cardenal, conocido detractor de la posibilidad de que los gays puedan casarse, pidió perdón a aquellos a los que "ofendió", así como a la Iglesia Católica y a los escoceses.