Periodistas acusan de 'oscurantismo' a la Iglesia Católica

El Vaticano realiza un proceso en contra de dos profesionales de la comunicación y otras personas por presunto robo de información.

|
El periodista italiano Gianluigi Nuzzi, autor del libro "Via Crucis" denunció en rueda de prensa que el juicio abierto en su contra, del también periodista Emiliano Fittipaldi y de otras tres personas por divulgación de documentos reservados del Vaticano es la expresión de una Iglesia "oscurantista". (Notimex)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Agencias
ROMA, Italia.- El juicio abierto en el Vaticano a dos periodistas, y a otras tres personas, por sustracción y divulgación de documentos confidenciales es la expresión de una Iglesia “oscurantista”, denunció Gianluigi Nuzzi, uno de los imputados.

En una rueda de prensa con periodistas extranjeros, Nuzzi, autor del libro “Via Crucis”, señaló que con el proceso iniciado este martes, el Vaticano “se pone fuera del derecho internacional sobre la libertad de expresión e información”.

“El proceso a los periodistas es la expresión de una Iglesia oscurantista que está en contraste y no corresponde con el limpido mensaje de revolución suave que el Papa Francisco expresa todos los días”, declaró el periodista, juzgado al lado de su colega Emiliano Fittipaldi, autor del libro “Avarizia”, informa Notimex.

Señaló que solamente hizo su trabajo con la publicación de “Via Crucis”, en el que divulga documentos que le fueron entregados por los otros imputados: el sacerdote español Lucio Angel Vallejo Balda, su ex asistente Nicola Maio y la relaciones públicas, Francesca Chaouqui.

“La obra de limpieza del Papa ha detectado puntos críticos al interior de la Iglesia, de la curia romana y de su gestión financiera que se pueden ver en los documentos publicados en mi libro”, dijo.

Consideró que la “casta vaticana” no está contenta que ello se haya hecho del dominio público, mientras el proceso de renovación del Papa “desgraciadamente” avanza con una velocidad inferior a las expectativas.

No fue robo

Cuestionado sobre si el pontífice podría haber detenido el juicio en su contra, opinó que ello depende de la manera en que le haya sido presentada la situación.

De cualquier manera Nuzzi negó tajantemente haber robado los documentos, como lo dijo el propio Papa en una reciente audiencia pública.

“El Papa habla de robo de documentos, pero ninguno (de los imputados) ha sido acusado de robo o rapiña”, afirmó.

Dijo que la comisión (COSEA) que Francisco creó poco después de ser elegido, tenía el objetivo de detectar situaciones críticas en el manejo económico-financiero del Estado pontificio.

“El archivo de esta comisión fue violado y yo espero que la justicia vaticana identifique a quienes sustrajeron esos documentos”, añadió.

Mal manejo

Asimismo, Nuzzi, que trabaja en la televisora privada Mediaset, negó haber presionado a monseñor Vallejo Balda, ex miembro de la COSEA, para que le pasara los documentos confidenciales.

“No veo la hora de hacer públicos los mensajes por WhatsApp (con Vallejo Balda) en los cuales se puede ver que entre nosotros había una relación cordial y serena”, aseveró.

También denunció que le fue vetado conocer el expediente del juicio y que tampoco se le permitió nombrar a un abogado de confianza, sino que le fue designado uno de oficio que apenas conoció esta mañana, durante la primera audiencia.

“No creo que el saber como es manejado el dinero de las limosnas tenga que ver con la seguridad de un Estado. Nunca habría violado un secreto que pusiera en peligro la seguridad de un país. Las noticias que publiqué tienen que ver con el mal manejo, no con la seguridad del Vaticano”, insistió.

***

En tanto, en la audiencia de este martes ante el Tribunal de Estado de la Ciudad del Vaticano, el otro periodista acusado, Emiliano Fittipaldi leyó una declaración en la que se dijo “incrédulo” por verse imputado ante una autoridad judicial diferente a la de su país.

“En mi país la conducta de la que soy acusado no sería perseguible penalmente, porque no se me acusa de haber publicado noticias falsas o difamatorias, sino simplemente de haber publicado noticias, una actividad protegida y garantizada por la Constitución italiana, por la Convención europea de derechos humanos y por la Declaración universal de derechos humanos”, dijo.

Lo más leído

skeleton





skeleton