Estado Islámico saca de prisión a 8 yihadistas

Unos 20 radicales fuertemente armados entraron a la cárcel para liberar a sus compañeros, lo que provocó que otros 15 reos pudieran escapar.

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Efectivos de las Fuerzas Especiales de la Policía (SAF) vigilan una prisión en Filipinas. (Archivo/EFE)
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Agencias
CAGAYAN DE ORO, Filipinas.- Extremistas musulmanes que respaldan al grupo Estado Islámico liberaron a ocho compañeros en un ataque que permitió la huida de otros 15 reos de un penal del sur de Filipinas, dijo el domingo la policía.

Unos 20 radicales fuertemente armados del grupo insurgente Maute irrumpieron en la cárcel provincial de Lanao del Sur, ubicada en la cuidad de Marawi, antes del anochecer del sábado, desarmaron a los guardas y rescataron a sus ocho compañeros. Los agresores también incautaron dos rifles a los guardias, señaló la policía.

De acuerdo con The Associated Press, los ocho radicales huidos fueron detenidos hace una semana tras ser descubiertos con una bomba casera en una camioneta en un control de seguridad.

Los otros que escaparon, al parecer para distraer a la policía, enfrentan cargos por asesinatos y drogas.

El grupo Maute es una nueva milicia extremista armada que ha prometido lealtad a Estado Islámico y emplea banderas negras con los logos del grupo asentado en Oriente Medio.

Establecidos en la localidad de Butig, en Lanao del Sur, los insurgentes atacaron a soldados del ejército y decapitaron a un soldado y a dos trabajadores secuestrados a principios de este año. Antes de ser asesinados, los dos trabajadores tuvieron que vestirse con monos naranjas similares a los de las víctimas por decapitación de Estado Islámico.

Varios grupos armados del sur de Filipinas, incluyendo algunos comandantes del violento Abu Sayyaf, han jurado lealtad a la milicia Estado Islámico. El ejército intentó restar importancia a sus acciones afirmando que no hay pruebas de colaboración entre extremistas extranjeros y radicales Filipinos, que buscan afianzar su imagen y recaudar fondos tras años de derrotas en el campo de batalla.

El presidente del país, Rodrigo Duterte, que asumió el junio, ha buscado acuerdos de paz con dos grandes grupos rebeldes musulmanes pero ordenó al ejército que destruya a Abu Sayyaf y otros insurgentes.

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