Silvia Rodríguez/Milenio
MÉXICO, D.F.- Con los nuevos impuestos a las bebidas azucaradas y a los alimentos con alto contenido calórico planteados en la reforma fiscal, aumentarán 60 por ciento los precios de los productos que se venden en las misceláneas, estimó la Cámara de Comercio Servicios y Turismo en Pequeño (Canacope) de la Ciudad de México.

Una tienda tradicional tiene dentro de su oferta alrededor de 500 productos, de los cuales unos 350 serán gravados, por lo que los precios aumentarán para el consumidor.

Agregó que el impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) que estará siendo aplicado a refrescos, frituras, confitería, dulces, gelatinas, chocolates y productos derivados del cacao, flanes y pudines, así como dulces de frutas y hortalizas, cremas de cacahuate, entre otros, causará una disminución de alrededor de 30 por ciento en las ventas en las misceláneas.

Gerardo López, presidente del organismo empresarial, puntualizó que esta medida afectará a alrededor de 900 mil tiendas, pero sobre todo a los negocios más pequeños que operan en un nivel de sobrevivencia, que son alrededor de 45 por ciento, mismos que estarán en riesgo de cerrar y perder alrededor de 150 mil empleos.

“Estos nuevos impuestos presentan un contrasentido, pues en lugar de promover a las empresas pequeñas afectarán su productividad, y al hacerlo impactarán de manera negativa en las clases medias y bajas, sobre todo en una economía en desaceleración”, enfatizó.

En el paquete fiscal se propone un IEPS de un peso por litro a las bebidas azucaradas, así como de 5 por ciento a productos con alto contenido calórico, que son alimentos que aporten 275 kilocalorías o más por cada 100 gramos.

A su vez, el director general del organismo, Enrique Guerrero, reiteró que al no haber cambios en la propuesta para sustituir el régimen de pequeños contribuyentes (Repecos) por el régimen de incorporación fiscal, casi 3 millones 380 mil microempresas pueden estar tentadas a incorporarse a la informalidad, pues no estarán en posibilidad de tributar bajo un régimen más complejo.

“Esta es una de las agresiones más severas para el pequeño comercio y las empresas familiares, pues estos negocios no tienen las ganancias para realizar los pagos o hacer los trámites complejos que las autoridades están pidiendo”, afirmó.