Agencias
BUENOS AIRES, Argentina.- La justicia argentina procesó este miércoles a Agustín Botinelli, ex editor de una popular revista, quien se convirtió así en el primer periodista acusado por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar (1976-1983).

El juez federal Sergio Torres procesó a Bottinelli por haber publicado en 1979 una falsa entrevista a Thelma Jara de Cabezas, quien fue obligada a mentir.

La nota salió en “Para ti”, una revista “femenina” que se caracterizó por su conservadurismo durante la dictadura y que incluso actualmente continúa promoviendo estereotipos de género, según informa Notimex.

Jara de Cabezas fue presentada en la revista como madre de un joven militante de la guerrilla, que advertía a otras mujeres sobre los riesgos de descuidar a sus hijos, porque podían ser “engañados” para sumarse a la lucha armada.

“Estén alertas, vigilen de cerca a sus hijos. Es la única forma de no tener que pagar el gran precio de la culpa, como estoy pagando por haber sido tan ciega, tan torpe”, le atribuía la falsa nota titulada “Habla la madre de un subversivo muerto”.

Aparato de encubrimiento

La verdad es que el 10 de septiembre de 1979 el ex marino Ricardo Miguel Cavallo ordenó que Jara de Cabezas fuera sacada durante un rato de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), en donde permanecía secuestrada por reclamar la aparición de su hijo adolescente.

Cavallo, quien fue detenido en México en el año 2000, organizó el operativo para que llevaran a la mujer a una cafetería en la que se simuló la entrevista, pero después la regresaron a la ESMA, que fue uno de los mayores centros clandestinos de detención durante la dictadura.

Pablo Llonto, abogado de Jara de Cabezas, celebró el procesamiento de Botinelli al advertir que “es la primera vez en Argentina que un periodista, que fue parte del aparato de encubrimiento y de acción psicológica de la represión”, es imputado.

Agregó que el entonces director de “Para ti” fue parte de “un operativo de inteligencia que afirmaba que en el país no había secuestros ni desapariciones”.