Cozumel, escala en la ruta migratoria de los pelícanos

Cada año viajan miles de kilómetros desde la parte norte del continente americano en dirección al sur buscando tierras cálidas.

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Los pelicanos cafés y blancos que visitan la isla de Cozumel, principalmente en los meses de invierno en el norte del continente, viajan miles de kilómetros buscando refugio. (Gustavo Villegas/SIPSE)
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Gustavo Villegas/SIPSE

COZUMEL, Q.Roo.- Al abrir sus alas los pelícanos cafés y blancos puede superar los dos metros de largo. Cada año viajan miles de kilómetros desde la parte norte del continente americano en dirección al sur buscando tierras cálidas. Muchos llegan a Cozumel donde encuentran comida, cobijo o compañía de otros miembros de su especie.
 
Aunque son visibles en el malecón se les puede encontrar en las puntas norte y sur, donde los ecosistemas le proveen de alimento.
 
Para los turistas significan un atractivo y muchos buscan la foto del recuerdo con estas aves, que según el director de ecología, Rafael Chacón Díaz, son animales que pueden permanecer todo el año en Cozumel gracias a las condiciones climatológicas.
 
El pelícano café, pardo o moreno; nombres con los que se identifican a esta ave gigantesca que también es conocido en los Estados Unidos de Norteamérica como el símbolo del estado de Louisiana una que también tiene presencia en Nueva York o Mine.
 
El ave, según ambientalistas de la isla, salió de la lista de especies en peligro de extinción en el 2009 en el vecino país del norte y en Cozumel se han encontrado ejemplares con anillos identificativos del Servicio de Vida Silvestre (Wildlife Services de los Estados Unidos); organismo que monitorea su presencia en el continente americano y sus rutas migratorias por las costas del golfo de México.
 
Rafael Chacón explicó que en esta época del año viajan para llegar a zonas más calientes escapando el invierno haciendo escalas para alimentarse y reproducirse en varios puntos de su camino entre los que se encuentra la isla de Cozumel, donde existen litorales marinos, estuarios y zonas pantanosas; su habitad natural.
 
El biólogo pidió a la población de la isla proteger a estas aves que viajan miles de kilómetros buscando refugio. “Debemos contribuir para protegerlos”, subrayó.
 
Puede llegar a medir más de un metro de alto, pesar entre ocho y 10 kilos y su plumaje es característico, según su color (café o blanco). En su migración pueden llegar hasta Suramérica y según la Comisión de Áreas Naturales Protegidas, hay seis subespecies reconocidas con presencia en las costas del océano Atlántico y Pacífico del continente americano.
 
Poseen un pico largo con una membrana casi del tamaño de su cuello, coronado en la punta con un gancho con el que logra capturar peces y escarbar en la arena.
 
Aunque es muy visible en la rada de Cozumel, donde se ha convertido en atracción para los turistas, tienen también presencia en las lagunas del norte y sur de la ínsula donde vuelan en bandadas; pero también pueden vivir en solitario con un estimado de vida de hasta 50 años.
 
(Edición: Elvira Espinosa)

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