Talento de Messi hacer soñar a argentinos

Por primera vez en su carrera, el delantero ha tenido un año tan bueno con el Barcelona como con su selección nacional.

|
La "Pulga" ha convertido 12 goles en este año, con lo que igualó el récord de Batistuta. (Agencias)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Agencias
BUENOS AIRES, Argentina.- Por fin Lionel Messi juega tan fantástico en el Barcelona, con el que tuvo un año de ensueño, como con la selección de Argentina.

El súper descollante Messi del Barcelona no era el mismo cada vez que jugaba con la Albiceleste. Pero el 2012 lo terminó convertido en ícono y capitán del equipo, y hasta por primera vez en ídolo de los argentinos, de acuerdo a The Associated Press.

Hasta el año pasado, Messi era casi uno más dentro del conjunto argentino, se escribieron editoriales lapidarias sobre varias de sus actuaciones y los hinchas muy rara vez lo aplaudían, simplemente porque su juego no entusiasmaba.

¿Por qué Messi era criticado?

Entre otras, por esto: Entre marzo de 2009 y octubre de 2011, jugó 16 partidos oficiales con la selección sin convertir ni un gol. En total fueron siete choques de las eliminatorias del Mundial de 2010, cinco del Mundial de Sudáfrica de ese año y cuatro de la Copa América de 2011, en la que Argentina —como país anfitrión— fue eliminada en los cuartos de final.

Pero este año, Messi explotó con la camiseta Albiceleste y se puso a sus compatriotas en un bolsillo, en una temporada casi perfecta para Argentina: siete triunfos y dos empates, sin contar una derrota ante Brasil con jugadores de clubes locales.

Tres veces seguidas elegido como el mejor jugador del mundo, la "Pulga" convirtió 12 goles en 2012 e igualó a Gabriel Batistuta como máximo goleador de la selección en un año calendario. Pero mientras Messi necesitó solo nueve partidos, Batistuta los hizo en 12 juegos en 1998.

Lo más notable es que esos 12 goles son más de la mitad del total de 23 que marcó Argentina durante el año. Es decir, que la Pulga convirtió el 52% del total, incluyendo tres a Suiza, tres a Brasil, dos a Uruguay y uno a Alemania.

Cada vez que Messi marcó al menos un gol, Argentina ganó. Y la única vez que dejó tranquila a la red, su equipo apenas se fue con un empate 1-1 con Perú en Lima, por las eliminatorias mundialistas y otra igualdad el miércoles en un amistoso 0-0 ante Arabia Saudita, en Riad.

Gracias a esas dianas, Messi tiene ahora un total de 31 goles con la selección mayor en 76 partidos desde su infortunado debut en un amistoso en 2005 ante Hungría, cuando entró desde el banco y antes del minuto fue expulsado por unos agarrones con un rival.

Messi, que con Barcelona se cansa de triturar récords, tiene en la mira a Diego Maradona, del que sólo lo separan tres goles con la selección. El artillero histórico de Argentina es Batistuta, con 56 goles, seguido por Hernán Crespo con 50

Dando por descontado que a Maradona lo dejará en el camino, a Messi le faltan 19 goles para alcanzar a Crespo y 25 para igualar a Batistuta.

¿Podrá darles alcance?

"Messi es capaz de superar todos los números, por más increíbles que sean", dijo su técnico en Argentina Alejandro Sabella. "Para un jugador como él, desde el punto de vista, físico, futbolístico, técnico y fundamentalmente de la cabeza, todo es posible".

Messi, además, es la primera vez que ejerce el rol de líder y sus palabras pesan. Dijo públicamente que le gustaría jugar con dos delanteros por delante —Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín— y Sabella le dio el gusto.

Dentro de su muy bien año, el flamante papá de Thiago terminó de convencer a los argentinos en la goleada 3-0 ante Uruguay por las eliminatorias mundialistas.

Ese 12 de octubre en Mendoza, Messi fue la figura de la cancha, convirtió dos soberbios goles, desplegó sus corridas profundas y furiosas y recibió una ovación tan cálida como ninguna otra en tierras argentinas.

"A esta altura de la historia ya no existe aquella polémica dicotomía entre lo que Messi rendía en el Barcelona y en la selección", dijo el viernes el periodista del diario Clarín, Miguel Angel Bertolotto. "Con su fútbol sin par, hizo añicos hasta el menor vestigio de duda".

Messi tiene apenas 25 años y dos mundiales encima: el de Alemania 2006 y el de Sudáfrica. El tercero sería en 2014 en Brasil, nada menos que en la tierra de los pentacampeones y además archienemigos de Argentina en el fútbol.

¿Habrá alguna proeza que Messi no pueda superar?

Lo más leído

skeleton





skeleton