A poco más de un mes de que concluya este año, algunos yucatecos, en particular quienes son jefes (as) de familia, ya empiezan a prever lo que harán con el tan anhelado aguinaldo, recurso que en la mayoría de los casos servirá para cubrir adeudos contraídos a lo largo de todo el 2012 y que por falta de una planeación adecuada, pero sobre todo de una cultura del ahorro, se contrajeron.

Mientras que otros están dispuestos aprovechar todas las promociones, descuentos y facilidades de pago que estarán dando algunas tiendas departamentales.

Para que en enero, una vez que pase la “cruda moral” de los gastos ejecutados en la temporada decembrina, se viva una realidad económica a la cual mal llamamos “cuesta de enero”, en donde la gran mayoría tendrá que recurrir a las tarjetas de crédito, préstamos o ya de perdido a una casa de empeño.

Todo por no tener una cultura de la prevención y menos del ahorro, a pesar de que es uno de los propósitos, aunado al de la dieta y el ejercicio, que cada año encabeza la lista de asuntos que estaremos tratando de cumplir sin los resultados adecuados.

Las personas no prevemos situaciones que en materia económica podrían afectarnos, por lo que sería recomendable para más de uno valorar las posibilidades de obtener una deuda, el gasto económico de nuestros hogares, y determinar que se busca para el año próximo.