Como era de esperarse, las pésimas negociaciones salariales de Luis Manuel Hernández León, ex presidente de la extinta comisión ejecutiva de la Sección 57 del SNTE, fueron heredadas por Marbellino Burgos Narváez, sin importar que con ello se lesione económicamente a los trabajadores al no recibir completo su incremento del 1.5 por ciento a sus prestaciones. La incapacidad de conseguir beneficios adicionales a los acordados a nivel nacional fue disfrazada con la idea de nivelar 4 días de compensación de 1996 (F6); sin embargo, para tal fin no se utilizó el total del dinero que recibirían los trabajadores, ignorándose el paradero de dicha suma faltante.

Para comprobarlo, tomemos como ejemplo el caso de una plaza inicial de primaria. El sueldo correspondiente es 3,982.25 pesos quincenales, si le calculamos el 1.5 por ciento a sus prestaciones obtenemos 59.73 pesos quincenales. Esta suma se multiplica por las 24 quincenas del año y nos da 1,433.52 como incremento acumulado anual. Tomemos los 66.11 del valor de un día congelado de 1996 y restemos de los 265.48 del valor actual de un día de salario; la diferencia a nivelar es de 199.37 pesos por cada día. Ahora multipliquemos esta suma por los cuatro días acordados y nos da 797.49 pesos en total.

Lo desventajoso y perjudicial para los trabajadores de educación básica es que este año se acordó, de manera general, aumentar en 50 pesos el bono de inicio del curso escolar, igualmente se creó una nueva compensación anual (B1) de 275 pesos. Ahora, si sumamos todo lo que el SNTE acordó pagar a sus trabajadores con el 1.5 por ciento, tenemos: 50 del bono, más los 275 de la nueva compensación B1 y los 797.49 de la nivelación de 4 días congelados, obtenemos un total de 1,122.49.

Si a cada maestro de primaria le corresponde recibir 1,433.52 por incremento a sus prestaciones, ¿Dónde quedaron los 311 pesos que falta por cada trabajador? Ojalá que los dirigentes de los otros sindicatos estatales tomen cartas en este asunto pues la mala negociación del SNTE afecta a todos, sobre todo a los niveles de secundaria y bachillerato, que por tener un mayor salario, el faltante es mucho mayor. Échenle pluma pues existen poco más de 36 mil maestros en Yucatán.