Yucatán: Educación, 'vacuna' contra la violencia

La investigadora yucateca María Rosado y Rosado destaca que en el estado muchas mujeres que son víctimas justifican a su agresor.

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En Yucatán, la violencia es proporcionalmente más baja que en otros estados. (Theani Ruz)
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Cecilia Ricárdez / SIPSE

MÉRIDA, Yuc.- Los vínculos familiares sólidos son la mejor vacuna para prevenir la violencia de género, aseguró la investigadora yucateca, María Rosado y Rosado, una de las pioneras en el tema y quien identifica en sus investigaciones la presencia de la violencia contra la mujer en Yucatán en todos los estratos sociales y de manera más frecuente al nivel psicológico.

Admitió los avances en la materia, pero destacó que la educación en el seno familiar es la base de una sociedad basada en el respeto.

“En 1990, encabecé la primera conferencia de la UADY, sobre violencia hacia la mujer, organizado por Wilberth Pinto, en el marco de la conmemoración del Primer Congreso Feminista del país que tuvo sede en el Estado. Recuerdo que hubo asombro y perplejidad, pero mucho interés.

A la distancia veo que hay un cambio radical porque el tema está difundido, hay una toma de conciencia clara de la población, respecto al tema, aunque hay que decir que ha avanzado mucho en la atención, prevención pero hay mucho camino por recorrer, porque es un problema ancestral. Estamos luchando con estereotipos y roles de género, que han creado estereotipos de identidades femeninas vulnerables”, comentó.

Destacó datos de sus investigaciones sobre el fenómeno en Yucatán, donde, señala que la violencia es proporcionalmente más baja que en otros estados, porque las mujeres se autoperciben maltratadas, que en comparación con el norte y Quintana Roo es menor.

“Las mujeres de la muestra, salieron con una tendencia a aceptar un sexismo benévolo, el cual controla a la mujer con conductas pro sociales.

Destacó que la violencia psicológica es la más frecuente a nivel mundial, pero en Yucatán la mujer no se da cuenta de que está siendo maltratada, además de que justifica a su agresor.

“Este tipo de maltrato deriva en cefáleas, gastritis, colitis, cáncer, enfermedades psicosomáticas, producto de la violencia psicológica e impacta en los hijos, por tener una madre deprimida que no tiene un buen vínculo y control con sus hijos, es decir, hay una serie de consecuencias que atañen a la familia”, explicó.

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