El sexto sol

Creo que Jesusa y Liliana son de las poquísimas artistas que han sabido articular un discurso coherente entre sus ideales políticos y la escena.

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Con la presentación de “El sexto sol” espectáculo de Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe, se clausuró el II Encuentro Inter-escénico 2013. El Centro Cultural Olimpo lució completamente lleno y estas enormes mujeres -tanto en lo artístico como en sus acciones políticas y sociales- fueron aplaudidas de pie por la audiencia. La sátira política  toma de pretexto el Popol Vuh para poner en evidencia descalabros e incongruencias del México actual. Es así que inicia con una proyección del presidente hablando en inglés y las carcajadas del público no se hacen esperar.

Ya por la mañana, Jesusa había compartido sus experiencias como “Artivista” encantando a sus seguidores con esa visión femenina incansable, certera, ruda pero sin perder sus ideales artísticos; bien dice que un artista que no se conecta con su realidad no es un verdadero artista. Creo que Jesusa y Liliana son de las poquísimas artistas que han sabido articular un discurso coherente entre sus ideales políticos y la escena. Por eso podemos asistir a su convocatoria sin sentirnos excluidos o desidentificados. Son artistas que se abren de capa para mostrar lo que les indigna y al mismo tiempo les cala.

Un verdadero lujo que los organizadores del encuentro hayan traído por primera vez un espectáculo de Jesusa Rodríguez a Mérida. El encuentro tuvo una asistencia aproximada de 850 participantes, para realizarlo fue necesario el apoyo de la Secretaría de la Cultura y las Artes, la Dirección de Cultura del Ayuntamiento y la Escuela Superior de Artes de Yucatán.

Un esfuerzo interinstitucional que sin duda alguna valió la pena pues generó que la comunidad teatral tuviera acceso a otras formas de hacer teatro y al colectivo organizador les permitió reinventarse y posicionarse con mayor claridad en sus deseos ante la sociedad, además de visibilizar al sótano y a Tapanco en un diálogo reflexivo y creativo con público y artistas de dentro y fuera de la ciudad. Mención aparte merece Olga Moguel, que en su papel de defensora de las artes, los temas sociales y buena samaritana, apoyó durante todo el encuentro a los visitantes.

Procesos como éste, son los que verdaderamente tienen sentido para la comunidad, por eso es importante acompañarlos, cobijarlos y verlos crecer. Mi felicitación a Alejo Medina, Addy Teyer, Mabel Vázquez, Bryant Caballero, Sebastián Liera y todos los que hoy por hoy constituyen Tapanco, no es nada fácil cargar muchos teatros en un solo foro. A la larga unos se irán, otros abandonarán, pero el teatro que marca un antes y un después estará siempre.

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