Responsabilidad

En las raíces de la palabra RESPONSABILIDAD está su significado. Dar respuesta a las diversas situaciones, sucesos, retos, personas que se presentan en el escenario de nuestra vida. Eso es la RESPONSABILIDAD.

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En las raíces de la palabra RESPONSABILIDAD está su significado. Dar respuesta a las diversas situaciones, sucesos, retos, personas que se presentan en el escenario de nuestra vida. Eso es la RESPONSABILIDAD.

La propia historia abrirá episodios que piden demostrar nuestras capacidades para cada día dar mejores respuestas, mejores resultados haciéndonos cargo de las consecuencias que acarrea cada "Respuesta".

Aclararse el alcance de cada compromiso antes de aceptarlo. Sin excusas ni pretextos cumplir lo mejor que se pueda, ya hecho el compromiso. El punto central es simple. Ojalá nos mueva un valor: la honestidad. Esto es, estar conscientes del valor de uno mismo y de los otros.

Para vivir en sana convivencia en casa, en la ciudad, con la pareja, en el trabajo, hay que revisar nuestras respuestas. Es indispensable aclarar la postura personal, lo que es bueno para sí y para los otros. Vivir en coherencia consigo mismo. Recuerda que lo que vale, cuesta. Lo más importante es costoso y la única moneda que acepta la vida es el esfuerzo. Hay que checar las intenciones personales más íntimas para no auto-engañarnos. Aunque costosa, la responsabilidad que conlleva honestidad da grandes beneficios. La responsabilidad es la palanca que mueve al mundo hacia una vida mejor, con más desarrollo y bienestar.

No es cuestión de "Conveniencia". Al deshonesto y falto de buenas respuestas sólo le importa su beneficio y, al tiempo, la vida cobra precios fatales.

La coherencia personal es más valiosa y satisfactoria que la pura imagen, "fama" o "el qué dirán". Aceptar las propias equivocaciones afrontando las consecuencias de los errores personales y nunca abusar de la confianza que otras personas depositen en uno, eso es honestidad.

Evitar el "relativismo" que niega la existencia de valores universales, que aunque la vida exige adaptaciones, también existen valores estables que NUNCA pasan de moda. Negarlos nos llevará al caos y a desgracias internas y externas.

Para sentirnos bien, en paz con nosotros mismos, actuemos de acuerdo con nuestros valores. De no hacerlo, surgirá el sentimiento de desagrado y disgusto con nosotros mismos. Revisemos las respuestas que damos para no jugar el papel de víctimas de la vida.

¡Ánimo! Hay que aprender a vivir.

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