Un mexicano cerca de Dios

Gracias al show de Cantinflas, Luis Roberto Flores Castillo quiso saber qué partícula era la más pequeña del mundo y ahora es uno de los especialistas que buscan el Bosón de Higgs.

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El pasado 8 de octubre la Sociedad Mexicana de Física le entregó en Morelia, Michoacán, el Premio a la Investigación Científica a Flores Castillo, que actualmente reside en Ginebra, Suiza. (Agencia Reforma)
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Diana Saavedra/Agencia Reforma
MÉXICO, D.F.- Para el pequeño Luis Roberto Flores Castillo la curiosidad de Cantinflas en su show por saber qué partícula era la más pequeña del mundo fue una especie de reto para tratar de visualizarla. Ahora, al igual que la pequeña caricatura que hablaba de Demócrito y John Dalton, entre otros, él es uno de los especialistas que buscan el Bosón de Higgs, mejor conocido como la Partícula de Dios.

"Ahora la verdad me da gusto pensar que aquel niño se salió con la suya, pues hasta cierto punto me dedico a explorar ese mundo", comenta el hoy doctor en física e investigador de la Universidad de Wisconsin.

Flores Castillo es uno de los mexicanos que ayudan a buscar el bosón de Higgs, una partícula que podría explicar por qué las cosas tienen una masa determinada, en el Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN).

Desde siempre le gustaron las matemáticas, la geometría y leer sobre ciencia, y recuerda que le intrigaba la pila atómica (de Enrico Fermi) y la posibilidad de usar fusión nuclear.

Así que, apoyado por sus padres, estudió Ingeniería en Computación en la Facultad de Ingeniería de la UNAM; luego una Maestría en Ingeniería Eléctrica en la División de Estudios de Posgrado de la misma facultad, cursos propedéuticos de la Maestría en Inteligencia Artificial de la Fundación Arturo Rosenblueth y el doctorado en el Fermi National Accelerator Laboratory de los Estados Unidos (Fermilab).

Su talento y conocimiento hicieron que en 2004 la profesora Sau Lan Wu, mujer reconocida en el mundo de la física por el descubrimiento del gluón (una partícula que permite mantener unidas las partículas en el núcleo atómico) lo invitara a formar parte de su grupo de trabajo en el CERN, donde se encuentra el acelerador de partículas mas potente del mundo: el Gran Acelerador de Hadrones o LHC.

"Para mí, la física de partículas ofrece un equilibrio bastante atractivo: hay instrumentación, teoría, electrónica y la posibilidad de hacer descubrimientos en el camino. Además, disfruto especialmente que, en este campo, uno puede usar técnicas matemáticas que, de estudiante, te parecen demasiado avanzadas, ambiciosas o refinadas como para tener aplicaciones en la vida profesional", comentó Flores Castillo.

Desde el inicio de labores del LHC, se especuló mucho por la posibilidad de encontrar la partícula que recibe el nombre del doctor Peter Higgs y que, se dice, León Lederman quiso describir como "The Goddamn Particle" (La Maldita Partícula) por lo difícil de encontrarla.

"(Se dice que) su editorial no lo permitió y lo publicaron finalmente como The God Particle -La Partícula de Dios-, un título que llama bastante la atención de los medios (de comunicación)", comenta.

"Algunos han propuesto dejar de llamarle 'bosón de Higgs' en atención a los otros físicos teóricos que la postularon en 1964 (algunos incluso un poco antes que él), pero el nombre ya está demasiado arraigado".

En reconocimiento a su labor, la Sociedad Mexicana de Física entregó el pasado 8 de octubre, en Morelia, Michoacán, el Premio a la Investigación Científica a Flores Castillo, que actualmente reside en Ginebra, Suiza.

Así lo dijo

"Estudiando física puedes dedicarte a muchas cosas, desde trabajo puramente teórico, muy alejado de la vida diaria, hasta desarrollo industrial relacionado directamente con dispositivos electrónicos".
Luis Roberto Flores Castillo.

mn/

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