Convenientemente para Renán Barrera, estamos en la semana azul y no por una causa política sino porque es el color de la lucha contra la diabetes, enfermedad que afecta a miles de personas y cuyo origen lo tiene, principalmente, en el sobrepeso.

Si tomamos en cuenta que Yucatán es el estado más obeso de México, pues es algo para preocuparnos.

Las autoridades municipales se han mostrado muy interesadas en esta enfermedad, tanto que decidieron unirse al iluminado azul de los edificios emblemáticos.

Así, el Palacio Municipal, el Monumento a la Bandera y la Fuente de la Glorieta de la Paz, a la cual llaman la Glorieta de Prolongación Montejo, por aquello de las actividades poco pacíficas que todos conocemos, lucen ahora un tono PAN brillante.

Me pregunto qué habría pasado si en lugar de azul fuera color rojo, ¿los habrían iluminado igual? O si fuera una administración priísta, ¿se habrían sumado con el color azul?

En otros temas, algo que nunca va a dejar de sorprenderme es la nobleza de la gente que vive en el interior del estado, especialmente en las comunidades más alejadas. Siempre que uno llega a preguntarles qué opinan de sus gobernantes, tienen la misma respuesta: “Son buenos, allá en Mérida han trabajado mucho. Son trabajadores, allá en Mérida han hecho muchas cosas”.

Es gente que nunca, o muy pocas veces, recibe algo de los políticos y gobernantes y aun así son ellos quienes les dan sus votos en una elección.

Por eso me da mucho gusto ver que el Gobernador anda de municipio en municipio poniendo en práctica programas sociales con acciones que, por muy simples que nos parezcan, sí hacen una gran diferencia en esas comunidades.

Otra cosa que me alegra es ver al Gobernador tan sencillo y accesible, sabiendo llevar su vida normal con un trabajo no tan normal; como su asistencia el domingo pasado a la Carrera del Tecnológico de Progreso, a la que llegó sin aspavientos, como un participante más. Tan es así que las autoridades de Progreso, morales o del Ayuntamiento, no asistieron por pensar, quizá, que no iba a haber nada importante.

Y hablando de Progreso, ya hay directora de Turismo, Ana Cecilia Meza, quien ya se desempeñaba como directora de Recaudación Fiscal y Mercados. A la gente le preocupa si va a cobrar doble sueldo, a mí me preocupa la falta de interés y conocimiento del tema.

Progreso está entre mis afectos yucatecos porque es un paraíso cercano a la ciudad. Con los visitantes que ya recibe derivados del turismo de cruceros, cultural, ecológico, de temporada, internacional, nacional y local, me cuesta trabajo conformarme con decisiones como las que se han tomado.

Los empresarios propusieron hacer un acuario, así que quizá no sea la única que le vea potencial. Habrá oportunidad de preguntarle su opinión a los progreseños.

ra/