Esta semana ha seguido vigente el tema de la mujer y la democracia. Precisamente ayer conmemoramos 60 años de que se nos dio el derecho al voto; cada que escucho eso me da un poco de vergüenza el pensar que mi bisabuela nunca pudo votar y que quienes ahora tenemos la oportunidad, no sólo de votar sino de ser votadas y tomar las decisiones importantes del país, a veces la desperdiciamos.

Debo confesar que desde hace varios meses he tenido la impresión de que Ivonne Ortega ha dejado de publicar cosas interesantes en Twitter. Tenía muy bien conocido su mercado (Yucatán) y sabía cómo llegarle a su gente (con el orgullo yucateco) que a su vez contagiaba a personas de otras partes. Ahora que tiene influencia en todo el país, me parece que no ha encontrado su tema, pero de eso hablaremos otro día. A lo que iba es que, desde hace meses, paso sus publicaciones sin detenerme a leerlas, hasta el miércoles. Ella preguntaba cuál es el trabajo que deben hacer los priistas, y luego se contestó que hay que seguir ganando espacios de desarrollo, porque (dice) no se dan de forma gratuita. Y remató con: “A la mujer priista le toca prepararse mejor, ganar más experiencia, mejorar su educación e invertir más en su liderazgo”. 

Y es que hay cosas que yo no entiendo… ¿cómo nos dice que los espacios femeninos hay que ganarlos, prepararse y ganar experiencia, cuando en su gobierno llegaron los cercanos y no necesariamente los más capaces? ¿Cómo afirma que hay que ganarse los espacios, cuando están proponiendo que la mitad de los candidatos sean hombres y la otra mitad sean mujeres, en lugar de que sea un asunto de capacidad, en el que no se discrimine por género? 

Y otro tema son los eventos masivos de conmemoración, que son contrarios a lo que tanto se ha buscado. Son actos de los gobiernos condescendientes en los que dicen que hemos logrado mucho, pero que en la realidad nos mantienen en puestos medios. El asunto es que las mujeres no somos iguales a los hombres, todos tenemos capacidades, nada más que no todos tenemos las mismas. Lo que buscamos es igualdad de oportunidades y la no discriminación por género. No queremos ser iguales a los hombres, porque no es posible, pero queremos que se dejen de usar discursos como el que usó el Gobernador, en el que no acota como amas de casa solamente: “En el Gobierno del Estado laboramos día con día para que las mujeres en cualquier comunidad de Yucatán, continúen como el soporte de la armonía y la conducción sensata de las familias, libres de violencia doméstica y para que tengan tranquilidad y seguridad en las calles de todas las localidades”. Queremos que el discurso y la realidad cambien para que nos digan que trabajan para que las mujeres podamos ser lo que queramos, sin discriminación. ¿Se logrará? Yo le doy varios años más.