Conozca Tlalpujahua, lugar de la eterna Navidad

TLALPUJAHUA, Mich.- La población tiene historia colonial y minera, pero hace casi medio siglo que la producción de esferas es motor de su economía.

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Cada año, los artesanos producen 110 millones de coloridas y variadas esferas en cerca de 150 talleres. (Notimex)
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Agencias
TLALPUJAHUA ,Michoacán.- La actividad de sus habitantes confirma que Tlalpujahua es un pueblo mágico donde la Navidad se vive todo el año. A sus atractivos naturales suman el trabajo artesanal para elaborar esferas, con el que han ganado reconocimiento a nivel mundial.

Esta población, ubicada al oriente de Michoacán y vecina del estado de México, tiene historia colonial y minera, pero hace casi medio siglo que la producción de esferas es motor de su economía, a la que también contribuyen los trabajos en cerámica, orfebrería y cantera.

Cada año produce 110 millones de coloridas y variadas esferas en cerca de 150 talleres, de las que 60 por ciento se exporta a países como Argentina, Estados Unidos, Canadá, Japón, Malasia y algunos de Europa.

La Feria de la Esfera, que inició este mes y permanecerá abierta hasta el 16 de diciembre, es la puerta para comercializar en el municipio y entre sus visitantes 5.0 por ciento de la producción, y el resto se destina a otras plazas del país.

Los mismos lugareños de este pueblo mágico cuentan la historia de esta fascinante tradición que, en la actualidad, sigue contagiando a las nuevas generaciones.

"Yo inicié desde hace 10 años mi propio taller, pero antes trabajé en otros, para aprender el oficio, porque hay quienes sólo conocen el soplado del vidrio y lo importante es saber todo el proceso, e incluso cómo trabajar los materiales", comentó Javier Vidal, dueño de Esferas Vidal.

"Sólo hago esferas por una temporada y, al igual que las grandes fábricas, termino mi producción en noviembre", explicó Javier, quien trabaja en su taller con cuatro personas más: dos se encargan de soplar el vidrio, que es trabajado a una temperatura de 750 grados centígrados para su moldeado.

Después es bañado con nitrato de plata y sumergido en agua tibia, para luego pintarlo y darle el decorado deseado, en un proceso que por completo se realiza a mano, de manera que cada trabajador puede hacer en un día de 30 a 40 diseños.

Martha Rubio, quien da cauce a la tradición artesanal de múltiples familias en Tlalpujahua, ve cada esfera como un logro: "cuando las veo en los hogares me lleno de emoción, porque sé que ahí está el trabajo y que contribuyen a dar ilusión en una de las épocas más bonitas".

"Así como yo, mis hijos inician en este oficio, el cual les he inculcado con dedicación, además de que tienen completa libertad para crear diseños y seguir brindando ilusión", comentó.

Pero hay un sello que tienen las esferas fabricadas en este poblado, incluso las que producen las grandes fábricas: que son hechas con calidad y amor, dice Asunción Mora, encargado de Fimave.

"Siempre hay que fijarse en la calidad, hay esferas que se rompen fácilmente, están hechas con vidrio de lámpara, pero las que están realizadas con vidrio alemán no son fáciles de romper", explicó Mora, reforzando su dicho con leves golpes con una pluma a una esfera, sin que mostrara rasgos de fractura.

"Aquí trabajamos todo el año y descansamos la Navidad, para retomar actividad en enero o febrero, esperando que la creatividad nos favorezca para crear nuevas esferas, con el fin de añadirlas a las tradicionales", expresó.

Así, las esferas toman formas diversas en cada temporada, y para ésta abundan las de colores vibrantes como fucsia, azul eléctrico, naranja, rojo, rosa nacarado, con formas de cubos, planas, frutales e incluso alusivas a los equipos de futbol.

La variedad y la creatividad no tienen límites para estos artesanos, quienes también se han ocupado por crear artículos de ornamento con materiales de las esferas, a fin de atraer al turismo, que también disfruta de la belleza de su arquitectura y sus calles empedradas.

Casas de adobe, madera, cantera y la teja son la base de las construcciones, edificadas sobre una loma en la que sobresalen techos de dos aguas, además de contar con el Santuario de Nuestra Señora del Carmen, erguido bajo un estilo barroco en el centro del poblado.

Llegar a Tlalpujahua lleva unas dos horas desde la ciudad de México, si se toma la salida hacia Jilotepec. Desde Toluca o desde Morelia, también se puede arribar en menos de una hora, en todos los casos tomando la carretera hacia Atlacomulco.

am/dua

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