Con un resumen fílmico de su exitosa vida y la actuación del Ballet Nacional de Cuba que  recreó  canciones  grabadas en momentos estelares de su larga trayectoria, el pueblo de Cuba  rindió homenaje a la célebre cantante lírica habanera Esther Borja, en ocasión de cumplir cien años de vida. El  acto tuvo lugar el pasado jueves 5 de diciembre en el Teatro Mella de La Habana. 

Las coreografías brotaron de la creatividad de la legendaria Alicia Alonzo,  primerísima figura mundial de la danza y amiga entrañable de Esther. Noticias procedentes de La Habana refieren que “nutridos aplausos se sucedieron a lo largo del  homenaje”.

Esther Borja se inició en el canto  al lado de Ernesto Lecuona del que fue gran intérprete. En 1935, debutó en la zarzuela Lola Cruz. En 1936, hizo  una gira por América Latina. En 1937, participó en la cinta Adiós, Buenos Aires. En 1940, actuó en Las Leandras y El conde de Luxemburgo  y, en Buenos Aires, en  las zarzuelas El cafetal, Lola Cruz, Rosa la China y María la O. 

En1943, debutó  en el Hall of America y el Steinway Hall, de Nueva York. Sigmund Romberg la incorporó a su compañía de operetas con la que actuó en numerosas ciudades  americanas y en el  Carnegie Hall. Grabó en  los sellos  RCA Victor y Columbia.

En 1948, regresó a Cuba para dar conciertos y actuar en la CMQ. Desde 1950, cantó en la televisión de su país. En 1953, viajó a España con Lecuona para presentar  El cafetal  y María la O. Allí grabó  con la Orquesta de Cámara de Madrid. En 1955, grabó cantando a varias voces.  Desde 1961 estelarizó por TV El álbum de Cuba, hasta su retiro en 1986. ¡Larga vida a la admirada Esther Borja, orgullo de la cultura musical cubana!