Redacción/William Sierra
No hay rincón en Monclova donde no se sienta el orgullo por los Acereros, con sus habitantes volcados hacia su equipo.

Y no es para menos, la furia azul, como se le conoce nunca se ha coronado en su historia de más de cuatro décadas en la Liga Mexicana de Béisbol.

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En las avenidas, calles, anuncios panoramicos, en fin por donde uno pasé se lee Acereros, Furia Azul, e incluso a la entrada hay un espectacular con la leyenda Acereros campeones.

También a la gente se le ve de aquí y para allá con camisetas azules del equipo del acero, así como gorras con el logotipo de Acereros.

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Ya en los alrededores del estadio, prácticamente todo está tapizado del equipo acerero.
"Este año sí se nos va hacer", decía una vendedora que a la entrada pregonaba "¡semillas, semillas!".

También varios comentaristas deportivos de esta ciudad coincidieron en que este equipo está hecho para ser campeón y, si no se logra, sería un fracaso.

Dentro del estadio

 Si ha algo que aplaudir a los afiliados de los Acereros del Norte es la manera de cómo apoya a su equipo.

No hubo este martes un solo momento en que los fanáticos dejaran de alentar a los del acero.

Además de ser alentados por el sonido local, se les sumaba al ritmo de trompetas, tambores, platillos, teniendo para cada jugador una manera muy especial para ello.

 Simplemente, una auténtica fiesta con un repleto estadio ensordecedor gritando "yo si le voy, le voy al norte", aplaudiendo y festejando cada jugada a favor.

"Furia Azul siempre contigo" se leía en el área de butacas una enorme manta.

 Igual muy típico de los estadios de esta región, el olor a carne asada no podía faltar, inundando con un agradable aroma el ambiente.

Y qué decir del área del bar, que todo el tiempo estuvo a reventar.