Asur, con dudas en reubicación de terminal aérea en Mérida

No es la primera vez que se propone la construcción de un aeródromo alterno

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Será el Gobierno Federal el que determine, en su caso, en dónde se realizará el nuevo aeropuerto. (José Acosta/Novedades Yucatán)
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P. Itzá/I. Cárdenas/Mérida
El proyecto de construir un nuevo aeropuerto para Yucatán es apoyado por el Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur), aunque por el momento se desconoce el lugar para edificarlo y la fecha de inicio.

Cabe recordar que no es la primera vez que se plantea la necesidad de construir un aeropuerto alterno al de Mérida: en el sexenio de Patricio Patrón Laviada (2001–2007), se anunció la construcción de una nueva terminal aérea en los terrenos de los municipios de Ucú y Hunucmá.

No obstante, al revelarse que varios terrenos en donde se edificaría ya habían sido adquiridos por personas allegadas a ese gobierno, el proyecto no prosperó.

Sobre el tema, también se han pronunciado diputados locales, que señalan que en el sur de Mérida no es posible la edificación de este tipo de infraestructura porque se encuentra la reserva Cuxtal.

Lee: Propuesta de reubicar el aeropuerto de Mérida por el tren maya

Respecto al anuncio del proyecto del titular del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, el director regional de Asur, Héctor Navarrete Muñoz, indicó que por el momento no conocen la ubicación que tendría el nuevo aeropuerto, pero “tan pronto lo conozca se darán más detalles”.

“Somos concesionarios del Gobierno Federal y seguiremos haciéndolo como en los últimos 20 años. Hay que decir que sí hemos platicado sobre la posibilidad de una nueva ubicación”, explicó. Recalcó que al ser concesionarios tienen que trabajar de la mano de las autoridades, debido a que tienen el contrato por 30 años, con la posibilidad de extenderlo a 50, por lo que apoyan los proyectos anunciados recientemente.

A pesar del plan anunciado, el directivo indicó que sigue en pie el proyecto de crecimiento prospectado para los próximos años, “como lo han hecho en los últimos 20 años, hasta que el gobierno diga otra cosa”.

“El aeropuerto ha estado trabajado bien, por lo que deberán tener una razón para cambiar su ubicación, pero sea cual sea, nosotros la apoyaremos; estaremos atentos a lo que dicte el Gobierno Federal; estamos en constantes pláticas con Fonatur”, precisó.

Indicó que será el Gobierno Federal el que determine, en su caso, en dónde se realizará el nuevo aeropuerto.

Cabe recordar que el aeropuerto de Mérida es uno de los seis más transitados de México y con alrededor de dos millones de pasajeros al año, debido a las operaciones de más de 20 aerolíneas que conectan el Sureste del país a más de 30 destinos nacionales e internacionales.

El aeropuerto de Mérida es uno de las nueve que administra Asur, que el año pasado anunció el Plan de Conectividad Aérea, que prevé lograr nuevas conexiones aéreas con Estados Unidos y Latinoamérica, así como otros destinos mexicanos, entre otras rutas por desarrollar en el próximo lustro. De igual manera, Asur presentó su Plan Maestro del Aeropuerto de Mérida, en el que proyecta remodelar y ampliar las instalaciones de la terminal aérea.

“Es logísticamente complicado”

Por su parte, el Congreso del Estado afirmó ayer que el planteamiento de reubicar al sur de la ciudad el Aeropuerto Internacional de Mérida “Manuel Crescencio Rejón” es logísticamente complicado, ya que dicha extensión está ocupada por la Reserva Ecológica Cuxtal, que comprende más de 10 mil hectáreas, que permiten el abasto del 50 por ciento de agua potable a la población meridana.

El presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Felipe Cervera Hernández, declaró que la propuesta de reubicación del aeropuerto podría tener problemas de desabasto de agua, ya que una terminal aérea también consume importantes cantidades del vital líquido y se presentaría un problema similar a lo que enfrenta el otro aeropuerto que el Gobierno Federal quiere construir en Santa Lucía.

“Hay que recordar que la zona sur de Mérida tiene 10 mil 770 hectáreas protegidas ecológicamente, y de esa zona se saca el 50 por ciento del agua potable que se consume en el sur de la ciudad, por tanto, podría haber problemas de desabasto, ya que un aeropuerto también consume agua”, recordó.

“No sé qué pueda ser, al menos que lo quieran alejar más; entonces sería irse a una franja superior a los 30 kilómetros de distancia de donde se encuentra actualmente, y no sé si eso le resulte conveniente a pasajeros, transportistas y usuarios en el costo de traslado; en fin, ellos saben más del tema”, dijo Felipe Cervera.

Manifestó que en este momento no puede calificar de innecesario el proyecto, ya que desconoce el plan del tren maya, que originó la propuesta de reubicar hacia el sur el aeropuerto meridano, como declaró el pasado martes el director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons.

En este sentido, Felipe Cervera analizó que “tal vez hay desconocimiento de la geografía de Mérida y del Estado, pero espero que quienes hacen el proyecto estén un poco mejor informados. Ellos tienen las razones logísticas y tendrán las que deban de tener, y las respeto técnicamente, ya que no soy técnico, de lo que hablo son de hechos”.

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