Novedades Yucatán/MÉRIDA

La promesa de ahorro de hasta 300 pesos mensuales para los hogares en Mérida por el cambio de tarifa de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) resultó ser solo una promesa en tiempos de campaña política.

El ahorro de 300 pesos no se cumplió para un hogar de tres integrantes, que más bien obtuvo uno de 200 pesos, pero anualmente. Fueron apenas 17 pesos por mes o 34 pesos en cada recibo bimestral lo que se ahorraron.

Esta familia tuvo “su mejor ahorro” en el periodo abril-junio, cuando dejó de gastar 174 pesos del recibo de ese bimestre, es decir, unos 87 pesos por mes. ¿En el invierno? Nada. No hubo ahorro.

Para una familia de cuatro integrantes, el ahorro apenas rebasó los 130 pesos mensuales, en uno de los periodos que más consumió: en el bimestre julio-agosto. En invierno, la baja fue de 45.50 pesos.

Ni siquiera para quien “gestionó” la tarifa, las cuentas están claras porque aseguró que en un consumo de 2,000 kilovatios-hora por bimestre, el ahorro sería de hasta 300 pesos mensuales. Sin embargo, apenas rebasó los 200 pesos: de 201.25 pesos, y sólo en verano, porque en invierno ni siquiera llegó a 50 pesos.

Parte de la diferencia entre lo prometido y lo real fue que el “gestor” del cambio de tarifas utilizó precios más altos de tarifas para justificar el ahorro; por lógica, a precio más alto, más ahorro.

Así, en medio de las protestas de los empresarios de Yucatán por los elevados cobros de los últimos meses, la mayoría de los meridanos “celebra” disminuciones, aunque éstas sean, como la electricidad, invisibles.

En octubre de 2018 se cumplió un año de la nueva tarifa en la capital yucateca, y buscamos un caso real de consumo para mostrar si hubo ahorro.

CASO REAL

Paty vive en una casa de clase media en una colonia del oriente de Mérida; tiene 2 aires acondicionados, iluminación en todos sus espacios interiores y exteriores, refrigerador y 3 televisores, como los aparatos que más consumen. Aunque no falta el horno de microondas.

En promedio, su familia, esposo y 2 hijos consumen hasta 1,000 kilovatios-hora en un periodo (bimestre) de alto consumo. Por la luz de septiembre (que comprende julio-agosto) -con tarifa de verano- pagó 843.80 pesos.

Con estos resultados, el “ahorro” mensual queda, en el verano, en 199.10 pesos; y en el invierno, en 46.10, muy lejos de lo prometido: 300 pesos mensuales.

La explicación de la diferencia entre lo prometido y lo real está en que el entonces senador Daniel Ávila Ruiz utilizó precios del 2015 que, comparados con 2017 -año en que se aprobó la baja en la tarifa- eran más altos.

Por eso, los cálculos del legislador cuadraban, en el redondeo: ahorros de 589.85 pesos al bimestre, es decir, 294.92 pesos al mes. Pero no eran reales.

En la página web de la CFE puede comprobarse que el precio de 0.71 pesos por kilovatio-hora consumido (en el nivel básico) corresponden a 2015. Ya en 2016, ese precio bajó a 0.697 pesos.

El precio se mantuvo en 2017, cuando Daniel Ávila presumió “su logro” y utilizó precios atrasados para, como ya vimos, inflar el ahorro para los más de 800 mil meridanos que habitan en la capital y sus comisarías.