Yucatán, con necesidad de crear más albergues cerca de los hospitales

Loable labor realizan voluntariados que apoyan a gente en situación vulnerable

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El voluntariado se encarga de la recolección de recursos por medio de bazares. (Jorge Acosta/Novedades Yucatán)
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Novedades Yucatán/Mérida
El crecimiento poblacional en el Estado y el aumento del uso de los servicios de salud públicos han generado que un mayor número de albergues, tanto públicos como privados, apoyen a familiares de pacientes internados, quienes muchas veces se encuentran en situación vulnerable, no viven en Mérida o no cuentan con los recursos para su estancia en la ciudad.

Aunque se han creado cinco lugares en los últimos años, las autoridades hacen énfasis en la importancia de más estancias en esas zonas, como la del Hospital General Regional (HGR) número uno “Ignacio García Téllez” del IMSS, donde no hay ese tipo de ayuda.

Mientras que el “Agustín O’Horán” concentra a la población más necesitada, el “Ignacio García Téllez” carece de un lugar para albergar a los familiares de pacientes.

Precisamente, a un costado del Hospital O´Horán, se encuentra el albergue San Vicente de Paúl, el cual también entrega comida por las noches a personas en situación de calle, reuniéndose alrededor de 30 personas; cuenta con seis habitaciones (tres para mujeres y tres para hombres), 46 camas, comedor para 60 personas, ocho baños y servicio de lavandería.

La atención es de 24 horas y al día se recibe a un promedio de 80 personas; la mayoría pernocta en la estancia y las demás solo realizan sus comidas y pasan el día al cuidado de sus pacientes, además se brinda apoyo emocional, proporcionado por psicólogos y trabajadores sociales.

Otro espacio similar es el Albergue Temporal de la Buena Voluntad otorga apoyo a los parientes de los pacientes que convalecen en el Hospital Regional de Alta Especialidad de la Península de Yucatán (Hraepy); las personas pueden descansar y alimentarse en el albergue, mientras sus familiares se encuentran hospitalizados.

Este lugar abrió sus puertas en mayo de 2014 y se convirtió en el hogar de miles de personas de escasos recursos que llegan de otros municipios o estados para que sus familiares reciban atención en este nosocomio y no tienen un lugar para descansar, comer o servicios de baño o lavado, o para pagar un lugar donde hospedarse.

Patricia Juanes Cámara, integrante del Patronato, señaló que para que las personas puedan recibir este apoyo se trabaja de manera coordinada con el Hraepy, a través de trabajo social, que realiza un estudio socioeconómico a los pacientes, por lo que a los que se encuentren en la categoría 0, 1 ó 2, que son los más vulnerables, se envía un formato en el que se especifica lo que realmente necesita y que, por diversas circunstancias, no pueden regresar a sus lugares de origen.

“Se les explica el funcionamiento del lugar, y se les entrega un formato para que acudan; son atendidos por dos hermanas de la Congregación de las Hijas de María Inmaculada de Guadalupe, así como cinco personas que forman un equipo de trabajo sólido con el único afán de ayudar al prójimo”, aseguró.

Resaltó que el voluntariado se encarga de la recolección de recursos por medio de bazares y entrega los fondos para el mantenimiento y sostenimiento del albergue; hay otro grupo de personas que acuden a dar las cenas, lo que es un apoyo importante para las religiosas que atienden el lugar, como para el costo de los alimentos, porque ellos llevan la cena y la sirven.

“El Patronato asiste y apoya tanto a este albergue como al de San Vicente de Paúl, que se encuentra frente al Hospital General Agustín O' Horán”, indicó.

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