Itzel Chan/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- El Centro de Atención Múltiple (CAM), Luis Braille, cumplió 10 años de labor en pro de los niños con discapacidad en el Estado, y en este aniversario, los colaboradores destacaron que falta mucho por hacer para los niños y adolescentes que enfrentan estos retos físicos, sin embargo, no les impiden alcanzar sus sueños.

Por lo pronto, el CAM fue incluido en el programa Escuelas al CIEN, por lo que con una inversión superior al millón y medio de pesos se instalará un transformador. 

De igual manera, se harán cambios de puertas, ventanas y líneas eléctricas. También se colocarán rampas, se repararán los sanitarios y la malla ciclónica y se realizarán trabajos de pintura e impermeabilización, con el fin de que puedan continuar la tarea que vienen efectuando desde hace una década.

José Humberto Matus Colonia, director del plantel, comentó que actualmente hay 90 alumnos de los cuales al menos 60 son débiles visuales y otros tienen alguna discapacidad distinta.

Debido a que la mayoría enfrenta el mismo reto, en la escuela una de las principales estrategias de enseñanza que aplican es el sistema braille, ya que a partir de este método, los alumnos pueden comunicarse con menos dificultad.

“Al CAM llegan niños entre los 45 días de nacidos hasta los 23 años, y como cualquier otro estudiante, recibe estudios de diversas materias, sólo que con las herramientas necesarias para que puedan aprender”, indicó Matus Colonia.

Actualmente hay 21 docentes en esta institución educativa, quienes están preparados para impartir educación especial.

No solo clases

Algunos de los talleres que toman los alumnos, además de las clases que llevan, son computación y la realización de piñatas.

“Los talleres son una forma de alentarlos para que hagan alguna actividad que les permita autoemplearse, y al mismo tiempo mejorar la destreza para su diaria convivencia”, añadió Matus Colonia.

Sacrificios 

A esta escuela llegan padres de familia que vienen de otros municipios del estado, con la finalidad de que sus hijos tengan acceso a la educación.

Hay quienes despiertan desde las 4:00 horas para trasladarse largas distancias y al entrar sus hijos a las aulas, ellos sienten que es la mejor recompensa que pueden recibir.

Algunos se quedan afuera de la escuela hasta esperar la hora de salida de los alumnos, ya que de otra forma no pueden hacerlo, pues el tiempo no les alcanzaría para ir a sus casas y regresar por sus hijos.

“No importa la condición de nuestros alumnos, lo importante es que tienen inteligencia y mucho amor”, son las palabras que se han convertido en el lema de la escuela al recibir a los alumnos. 

Cada año aumenta el número de niños y adolescentes que acuden al CAM, por lo que la Secretaría de Educación del Estado de Yucatán (Segey) prevé la posibilidad de que sea ampliado en un futuro.