William Sierra/MÉRIDA
Llevando como mensaje el amar, morir y resucitar, cientos de miles de feligreses de la Arquidiócesis de Yucatán participaron en las distintas actividades y ritos de conmemoración de la pasión de Nuestro Señor Jesucristo, efectuadas en las distintas parroquias y centros pastorales, con representaciones encabezadas por niños y adultos.

Al igual que en otras parroquias, en la iglesia de María Inmaculada la celebración del Viernes Santo comenzó con un viacrucis comunitario, que reunió a unas 500 personas, que una vez concluidos los oficios, participaron en los Santos Oficios, entre ellos la celebración de la Palabra.

Teniendo a la imagen de la Dolorosa, llevada por varias personas en un pequeño altar, así como tres enormes cruces, las cuales iban siendo cargadas en turnos por varios feligreses de esta iglesia, el párroco Cristian Uicab Tzab mencionó que estos días de Semana Mayor nos deben servir para cambiar, mejorar y convertirnos.

“Hay que buscar esa conversión y entrega generosa de Cristo, que padeció y murió en la cruz por el perdón de nuestros pecados”, indicó.

Añadió que este tiempo es de amar, morir y resucitar, porque el que ama tiene que dejar morir muchas cosas, como el egoísmo y así alcanzar una mejor vida, en actitudes, a nivel personal y familiar. 

La imagen de la Dolorosa, llevada por varias personas en un pequeño altar. (Jorge Acosta)

“Este es un momento en el que no únicamente conmemoramos la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo, sino también con un sentido de actualizarla todos los días, a través de las personas que son condenadas injustamente, o que sufren por alguna enfermedad”, expresó.

Desde poco antes de las 11 de la mañana, personas de todas las edades comenzaron a reunirse en la parroquia de María Inmaculada, y de manera solemne fueron realizando las 12 estaciones, alrededor del parque y entre cada una de ellas, se invitaba a la reflexión.

En la colonia Pacabtún de nueva cuenta miles de fieles acudieron a la representación viviente, otros se trasladaron hasta el vecino municipio de Acanceh, donde la escenificación de la condena, castigo y crucifixión de Cristo se celebró por 38 ocasión al mediodía.

Mientras tanto, la Catedral de San Ildefonso lució repleta de gente y entre olor a incienso y ruda, se procedió en punto del mediodía a la Liturgia de las Siete Palabras.

A las tres de la tarde, el Arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega realizó la Liturgia de la Pasión del Señor con la adoración de la Santa Cruz y la distribución de la Sagrada Comunión.

Posteriormente, feligreses, sacerdotes y el Prelado, efectuaron la procesión del Santo Entierro alrededor de la Plaza Grande, ante ojos de asombro y admiración de turistas y personas que se encontraban en ese momento por ahí, y al finalizar se tuvo el Rosario de Pésame a Nuestra Señora de los Dolores, en la Catedral, para continuar con las actividades esperando el domingo de resurrección.

Los feligreses fueron realizando las 12 estaciones alrededor del parque y entre cada una de ellas, se invitaba a la reflexión. (Jorge Acosta)