Gerardo Keb/MÉRIDA
La carretera al antiguo basurero de Progreso, ubicado a poco más de 500 metros del parador ecoturístico “El Corchito”, se ha convertido en un sitio ideal para observar de cerca a las parvadas de flamencos que acuden al sitio a comer y descansar.

Esto ha sido aprovechado por operadores de tours en el municipio costero, quienes recorren puntos tales como el malecón, "El Corchito", la carretera hacía el basurero y los miradores de Uaymitún y Telchac Puerto antes de regresar a Progreso.

Desafortunadamente, la presencia de basura a orillas de la carretera rumbo al basurero, les da a los visitantes una mala imagen del municipio, ya que existen concentraciones arrasadoras de desechos, los cuales van desde bolsas y envases plásticos, hasta colchones, muebles y animales muertos.

Ante esto los prestadores de servicios, comentan que el sitio es un lugar inigualable para poder observar a las aves rosas en su habitad, ya que la zona se ha convertido en uno de sus sitios de caza y descanso favoritos, de tal suerte que en el lugar logran hacer horas y con ello le dan oportunidad a los turistas de disfrutar del espectáculo natural.

Los prestadores de servicios, comentan que el sitio es un lugar inigualable para poder observar a las aves. (Novedades Yucatán)

Debido a eso, han llevado a cabo trabajos de limpieza del lugar en conjunto con las autoridades, sin embargo, la falta de conciencia ecológica de los propios pobladores y visitantes que atraviesan el libramiento del sitio, continúa inundando el lugar de toneladas de desperdicios.

La carretera conduce al antiguo depósito de basura municipal, que actualmente está en desuso y anteriormente contaba con la presencia de personal de guardia que evitaba el acceso al sitio por parte de personas no autorizadas, manteniendo el recorrido limpio hasta llegar al basurero.

Sin embrago, desde que el basurero dejó de funcionar, se abandonó la zona, permitiendo que habitantes del puerto pudieran acudir a arrojar sus desperdicios.

(Novedades Yucatán)

Se trata de una práctica que se lleva a cabo no sólo en este lugar, sino en decenas de tiraderos clandestinos a lo largo y ancho de Progreso y sus demarcaciones, así como a lo largo de toda la franja de ciénaga del municipio.

A pesar de las sanciones que se ha aplicado a quienes han sido sorprendidos tirando basura, la gente continua haciéndolo sin importar el daño ecológico que generan.