Caluroso Día de Muertos en el Cementerio General de Mérida

Hubo muchos visitamtes pero por las altas temperaturas la mayoría hizo poco tiempo en el Camposanto

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El amor a los seres queridos que ya partieron no termina jamás. (Fotos Daniel Sandoval)
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Joel González/
Bajo los ardientes rayos del sol celebraron los yucatecos el día mayor en honor a los Fieles Difuntos en el Cementerio General de Mérida, donde los visitantes se dieron cita desde temprana hora para llevar ofrendas a los seres queridos que han partido.

Durante todo el día los senderos y los pasillos del camposanto se vieron poblados de familias que, reafirmando su fe, caminaron a los lechos de sus difuntos portando distintos tipos de ramos y arreglos florales, así como comida y bebida para ofrendar, mientras que los comerciantes que atiborraron la acera principal del cementerio y la calle previa de acceso, se lamentaban ante la disminución de las ventas con relación a años anteriores.

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La celebración estuvo enmarcada por un gran dispositivo de seguridad de la Policía Municipal de Mérida en coordinación con la Secretaría de Seguridad Pública, lo cual organizó el tránsito pero también provocó molestia a algunos visitantes, esto debido a que se dispuso de una puerta exclusiva de entrada y la otra para la salida, provocando largas filas de automóviles en ambos sentidos.

Otro de los inconvenientes de la estrategia policiaca, fue que se redujo la capacidad de estacionamiento al interior del cementerio, provocando que los visitantes tuvieran que dejar sus vehículos a varias cuadras de distancia, según el testimonio de varios asistentes.

El Obispo auxiliar, Monseñor Pedro Mena Díaz, durante la misa en el Cementerio General. También hubo misa a los fieles difuntos a las 09:00 horas en el Panteón de Chuburná y el Panteón Florido, mientras que en el Cementerio de Xoclán la ceremonia religiosa se realizó a las 10:00 horas.

Misa

A las 11 de la mañana en el ala sur del cementerio se montaron enormes carpas para llevar a cabo la tradicional misa de conmemoración de los fieles difuntos, en la que se congregaron más de seiscientas personas, en su mayoría adultos mayores.

La ceremonia fue oficiada por el Obispo auxiliar, Monseñor Pedro Mena Díaz quien tuvo como concelebrante al padre Lorenzo Mex Jiménez de la Parroquia de San Sebastián, quienes en su mensaje pidieron a los fieles que recuerden con esperanza a sus seres queridos para que vuelvan a la vida eterna.

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En medio de la celebración fue evidente, al fondo de los corredores, la gran cantidad de tumbas abandonadas y en estado de destrucción.

La jornada impactó a muchas personas, como la familia Pérez Salas, tres mujeres maduras que acostumbraban cada año visitar en esta fecha el lugar donde yacen todos los miembros de su familia, padres, abuelos y tíos, a quienes colocan las ofrendas tradicionales como flores y comida, etc., pero esta ocasión la conmemoración fue diferente.

Compartieron que generalmente permanecen frente la tumba familiar un par de horas y degustan en el sitio sus alimentos, sin embargo este año la celebración no duró más allá de 15 minutos, debido al intenso calor que se vivió.

Todo trascurrió con tranquilidad y sin ningún tipo de incidentes negativos; oleadas de gente llegaban al lugar y en poco tiempo se retiraban debido a la intensidad de los rayos solares.

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