Gerardo Keb/Progreso
Las reacciones en los puertos del Estado por parte de los pescadores del pulpo en la temporada iniciada hace apenas cinco días han ido desde colgar los hilos pulperos y meter las líneas de cordel, hasta desmontar todo y esperar mejores condiciones para laborar, debido a factores tales como los bajos precios en los que se cotiza el pulpo maya, así como por la mínima cantidad de producto que han estado capturando.

Luego de varios días el precio del molusco se ha conseguido estabilizar en apenas 50 pesos por kilogramo del producto grande de primera, situación que de acuerdo con los hombres de mar no les favorece, ya que para poder salir un día de pesca su inversión asciende entre mil y mil 500 pesos, de tal suerte que únicamente para cubrir los gastos necesitan obtener capturas de entre 20 y 30 kilos de pulpo grande, siendo que durante estos primeros días, los registros apenas llegan a un promedio de 15 kilos por día, lo que genera pérdidas.

Por su parte, pescadores del oriente del Estado apuntaron que el problema con la pesquería del pulpo es consecuencia clara de la falta de respeto que se ha tenido a las prohibiciones de pesca o vedas, debido a que los meses de descanso del molusco han sido interrumpidos por pescadores furtivos, los cuales depredan todas las especies protegidas, incluyendo al octópodo, por lo que en la actualidad la cantidad de pulpo en las costas resulta insuficiente.

Ante esta situación los hombres de mar del oriente señalaron a puertos como Progreso, Santa Clara, Dzilam y Celestún, como los principales puntos neurálgicos de la pesca ilegal en el Estado.

En tanto, el sector pesquero de Progreso reconoció los graves problemas que existen en la zona poniente respecto de la pesca ilegal de especies en veda, indicando que por muchos años han intentado coordinar fuerzas con las autoridades en la materia con el fin de poder eliminar este tipo de prácticas, sin embargo, hasta el momento no se ha obtenido resultados destacables y por lo tanto se ha comenzado a pagar la factura, la cual afecta a todo el sector y que pone en riesgo la actividad.

El sector pesquero coincidió en que aún tienen la esperanza de que la pesquería pueda tener un repunte favorecedor, al menos en temas de captura, ya que según se indicó el precio difícilmente alcanzará los niveles obtenidos en años anteriores, debido a que la demanda del producto en el mercado internacional no le es totalmente favorable al pulpo maya.