Nalleli Calderón/Mérida
Representantes de cooperativas pesqueras del Estado evidenciaron el “colapso” de la temporada de pulpo en la costa yucateca. El panorama desalentador y el alto costo que genera el avituallamiento han ocasionado que cerca del 60 por ciento de las lanchas ribereñas permanezcan en tierra durante gran parte del tiempo y que las embarcaciones de la flota mayor tengan que alejarse más millas en altamar para mejorar sus volúmenes de captura.

Otros factores que inciden en la severa disminución es la pesca furtiva, el constante incremento en el precio de los energéticos como la gasolina y el diésel, el bajo precio de comercialización del producto y el escaso volumen conseguido por viaje.

Con base en datos obtenidos, para el avituallamiento de una lancha ribereña el pescador gasta entre dos mil y dos mil 500 pesos por salida, en tanto que el de un barco de la flota mayor es de unos 220 mil pesos.

La inversión no se recupera debido a que, en promedio, los ribereños capturan de 20 a 30 kilos y los de la flota mayor arriban al puerto con aproximadamente cinco toneladas del octópodo, cuyo precio por kilo ronda los 75 pesos.

A dos meses de haber iniciado la temporada de captura del molusco, el 1 de agosto pasado, los líderes pesqueros informaron que se registra una disminución de al menos el 50 por ciento del volumen de captura esperado, en comparación con lo registrado en años anteriores, que es de 15 mil toneladas.

Al respecto, el presidente de la Federación de Sociedades Cooperativas Pesqueras del Centro Poniente del Estado, José Luis Carrillo Galaz, informó que debido a que el volumen de captura es muy bajo, solo el 40 por ciento de la flota sale a pescar, aunque en ocasiones les resulte en más pérdidas que ganancias.

“Los costos para nosotros han sido cada vez mayores, el pescador gasta más porque cada día tiene que alejarse; la temporada actual no ayuda porque está baja y estamos alrededor del 60 por ciento menos, lo que representa una temporada mala”, consideró.

La flota menor que trabaja en costa y la ribera se encuentra inactiva en un 60 por ciento, insistió.

Indicó que los mercados europeo y asiático se encuentran colapsados, lo que ocasiona que el producto se quede en el ámbito nacional; sin embargo, éste no presenta demanda del molusco, debido a que aún tiene producto, resultado de la pesca ilegal que los surte en temporadas de veda.

Calificó la actual temporada como la peor que ha pasado el sector pesquero en los últimos cinco años, pues solo se han capturado seis mil toneladas.

Por su parte, la presidenta de la Federación de Cooperativas Pesqueras del estado, Ana María Frías Salazar, aseguró que las lanchas ribereñas solo capturan entre 20 y 50 kilos de pulpo cada una, en comparación con los hasta 100 kilos que reportaban el año anterior.

Recalcó que la pesca ilegal es un “cáncer” que afecta al sector todo el año, y no hay suficiente actividad de inspección y vigilancia por parte de las autoridades, a pesar de que en los últimos meses la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) incrementó a nueve el número de inspectores en la costa yucateca.

“Las actividades ilegales siguen a la orden del día y cada día estamos peor y cada vez hay más gente que trabaja buceo y ‘bichereando’ pulpo, están echándole cloro a las piedras y matando todo, incluso pulpos hembras con hueva; además, bucean pulpo a pulmón para sacarlo y utilizan compresores para tardar más tiempo bajo el agua”, denunció.

Agregó que en el caso de lanchas ribereñas, cuatro mil cuentan con permiso para salir a pescar, pero hay permisionarios o cooperativas que mantienen amarradas en puerto sus embarcaciones.

Ante esta situación esperan que en los próximos meses se recupere la temporada, debido a que es la esperanza de miles de familias yucatecas que dependen de ella.