Candelario Robles/Mérida
El caso de los vendedores ambulantes en Chichén Itzá es un problema muy fuerte de imagen para esta importante zona arqueológica, que atrae numerosos visitantes a la entidad, que sumado a otros factores golpea al sector de la región.

Luis Herrera Albertos, presidente de la Asociación de Promotores de Turismo de Yucatán (Aaprotuy), consideró que si esta situación no se resuelve de la manera más adecuada y pronta, generará un impacto negativo para el destino en general.

En los últimos días la IP yucateca acusó que la burocracia imperante en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) causa que el problema del ambulantaje no se haya podido resolver desde hace 14 años, esta situación impacta la actividad turística estatal y origina malestar a los visitantes a esa zona arqueológica, acusaron dirigentes empresariales relacionados con el turismo.

Comentó que el principal impacto de la actividad de los ambulantes en Chichén Itzá es contra de la imagen del parador turístico, pues hay quejas de los visitantes a la zona arqueológica de acoso por parte de los vendedores ambulantes.

En ese contexto, Herrera Albertos comentó que al problema de Chichén Itzá se le suma la situación de Thomas Cook, que impactará más sobre las visitas a las zonas arqueológicas, pues los paseantes europeos son los principales excursionistas que buscan estos sitos en su llegada a Yucatán.

En ese contexo, Herrera Albertos consideró que estos destinos en la entidad serán los más afectados pues son muy concurridos por excursionistas provenientes de países como Alemania y Reino Unido, principales clientes de Thomas Cook.

“Las zonas en que nos pegaría es en la asistencia de los excursionistas a Chichén Itzá, Ek Balam o Uxmal, realmente la afectación sería momentánea, hablamos de unos meses”, apuntó.

Indicó que a las agencias de viajes este efecto de Thomas Cook no las impactará negativamente, y otras empresas tendrán que emerger para cubrir la demanda de las personas que desean viajar de Europa a México.