Yucatán espera a León o Veracruz para postemporada

Leones conocerá mañana a su rival en los pléiofs tras el juego de comodín de la Zona Sur.

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Los melenudos salieron agresivos en las bases para ganar la serie. (José Acosta/Milenio Novedades)
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William Sierra/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Llamado para apagar el fuego, Pedro Rodríguez lo avivó más, permitiendo que los Tigres de Quintana Roo anotaran tres veces en la sexta entrada y con ello sellaron su pase a los pléiofs con un triunfo de 4-1 sobre los Leones de Yucatán, en el primero de la doble cartelera.

La victoria fue celebrada con ganas en la caseta bengalí pues significó haber amarrado su pase a los pléiofs, en los que se enfrentarán a los Pericos de Puebla tal y como sucedió el año pasado.

Hasta la quinta entrada los aficionados estaban disfrutando un entretenido duelo de serpentinas entre Dustin Crenshaw y Francisco Rodríguez, quien dominó a Carlos Gastélum al abrir la sexta, pero luego Sergio Contreras disparó doble. C.J. Retherford recibió la base intencional y eso fue todo para “Shito”, siendo llamado el venezolano a quien le encontraron la pelota permitiendo sendos imparables productores de Brian Hernández, Osniel Madera y Francisco Córdoba. Eduardo Álvarez entró al rescate terminando el duelo ya con el daño hecho.

“Shito” hizo de su parte permitiendo cuatro indiscutibles, pero careció de apoyo ofensivo de sus compañeros para sufrir su sexto tropiezo a cambio de ocho victorias.

Crenshaw (9-5) se apuntó el éxito, en una labor que fue de menos a más. Se repuso de un mal arranque, de hecho, cuatro de los seis incogibles que permitió fueron en la misma primera entrada cuando Yucatán se fue adelante 1-0, pero de ahí en adelante tuvo una labor relativamente tranquila. Ese madrugador ataque comenzó con el primero en el orden, Leo Heras, quien abrió con doble y anotó con sencillo de Diego Madero.

 

Yuniesky Betancourt, defendiendo la antesala, realizó un engarce que se llevó las palmas al dar un salto y con el brazo extendido se quedó con el rayo que disparó Brian Hernández, en la cuarta tanda, y no tardó para que al cubano se la devolvieran. Al cerrar este mismo episodio, el propio Hernández le robó de la misma manera el imparable a Betancourt.

Quintana Roo empató en la quinta con un “podridito” productor, detrás de las paradas cortas que dio Mario Vega.

Leones rescata la serie

A la hora cero, cuando debe ser, apareció Ricky Álvarez quien se convirtió en el héroe al descargar doblete que mandó al plato a Diego Madero con la carrera que dejó a los Tigres de Quintana Roo tendidos en el campo, permitiendo que Leones bajaran el telón de la temporada regular con un éxito de 4-3.

Este triunfo 63 permitirá a las fieras llegar un poco mejor en lo anímico para enfrentarse en los pléiofs al ganador del duelo de comodín entre Veracruz y León.

 

La carrera del triunfo fue doblemente valiosa para el “Wolvering”, pues con ella llegó a 105 producidas para acabar como máximo productor del circuito, ya que antes, en la sexta, mandó al plato la del empate superando por un registro al sarapero Rainel Rosario quien se quedó con 104, al irse anoche de 2-0 ante Aguascalientes.

“Ya estamos listos para los pléiofs”, gritó eufórico Álvarez, tras el doble conectado al derrotado Jesús Castillo (2-2). La victoria la obtuvo Ronald Belisario (6-4).

El juego permitió igual al fin el retorno de Ronnier Mustelier, defendiendo el bosque izquierdo. Se fue de 3-1, con una base recibida y dos carreras anotadas.

 

Diego Madero dejó anoche en claro que ya está listo para la postemporada y que el ligero bajón ofensivo que tuvo cuando retornó a la alineación la semana pasada quedó atrás. De hecho, él fue el encargado de despertar a las fieras al disparar en la tercera cuadrangular con Mustelier a bordo, ante los envíos del cubano Misael Siverio.

Temprano, los bengalíes tomaron el mando del juego al aprovechar que Jonathan Castellanos comenzó frío al permitir dos carreras remolcadas por Abel Martínez en el primer acto, y en el tercer capítulo, éste último al batear una rola con la casa llena que fue para doble matanza, propició el tercer registro. Castellanos trabajó cinco rollos con siete indiscutibles, engomó a cinco y dio una base.

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