Agencias
MÉRIDA, Yuc.- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró este domingo, de manera temporal, un centro de acopio, recepción y recursos peligrosos ubicado en el municipio de Umán.

De acuerdo con Notimex, la dependencia reportó que se efectuó el cierre del lugar por rebasar el límite autorizado, y tener almacenados, de forma indebida, más 104 mil 400 litros de desechos tóxicos y 23 toneladas de trapos impregnados con hidrocarburos.

Tras una inspección a la empresa Ecolsur, se comprobó que además se tenían sin permiso 552 tambores de 200 litros de capacidad cada uno que contenían residuos peligrosos, así como 137 tambores con residuos sólidos diversos sin identificación y sin tapas.

Asimismo, la delegación de la Profepa dio a conocer que se encontraron 32 tambores metálicos de 200 litros de capacidad con filtros usados sin tapa y sin etiquetas de identificación y 21 sacos con material triturado, que consiste en plásticos con cubetas de pintura sin identificación.

También, seis sacos sobre tarimas de madera con sólidos impregnados a cielo abierto sin identificación, y 48 tambores metálicos de 200 litros de capacidad sobre tarimas de madera con lodos con hidrocarburos depositados en suelo natural y a cielo abierto.

Por no dar cumplimiento a la totalidad de las condicionantes de la autorización, emitidas por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, la infracción, conforme a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de Residuos, fue la clausura temporal.

Riesgo inminente

Lo anterior, expuso la Profepa, debido a que podría darse un caso de riesgo inminente para el medio ambiente, por el manejo inadecuado de dichos residuos.

Además, la Procuraduría ordenó a la empresa, mediante su delegación en Yucatán, recuperar el suelo impregnado con residuos peligrosos, envasarlo adecuadamente y darle disposición final en un plazo no mayor a 20 días hábiles.

De acuerdo con la dependencia federal, se dará seguimiento al cumplimiento de las medidas instauradas, para garantizar que los residuos peligrosos reciban un manejo adecuado que asegure la protección del medio ambiente.

La autorización con la que contaba la empresa, para almacenar desechos, es de 200 mil litros de residuos peligrosos en estado líquido, específicamente aceites gastados, y 100 toneladas o 500 tambores de residuos peligrosos en estado sólido o semisólido.

Esa cantidad "quedó por demás sobrepasada" tras la citada inspección, por lo que se determinó su clausura inmediata, anotó la dependencia.