La sensatez de AMLO en seguridad

Hay un reconocimiento de la incapacidad de las policías federal, estatales y municipales para cumplir con eficacia sus tareas de seguridad pública

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Hemos comentado que la seguridad es una tarea incumplida que Enrique Peña Nieto heredará a su sucesor, que seguirá la misma ruta iniciada por Felipe Calderón hace 12 años; es decir, mantener al Ejército y la Armada en la lucha contra la delincuencia organizada. La decisión, anunciada la semana pasada por Andrés Manuel López Obrador, era “bola cantada” y debió tomarse ante el diagnóstico presentado por los secretarios de Sedena y Semar, que ya le habían anticipado a AMLO sus enlaces.

No faltaron quienes cuestionaran la marcha atrás del presidente electo de iniciar el regreso de los militares a los cuarteles, pero ante la escalada de violencia que vive el país en los últimos meses del sexenio peñanietista y el reconocimiento de la incapacidad de las policías federal, estatales y municipales para cumplir con eficacia sus tareas de seguridad pública, lo menos que puede decirse es que hubo sensatez.

Decimos que era de esperarse porque en las estrategias adicionales que acordaron México y Estados Unidos para combatir a los cárteles del narcotráfico (con énfasis en golpear sus finanzas), revelada el pasado 15 de agosto en Chicago, estuvieron presentes los titulares de la PGR y de la DEA, así como representantes del Ejército y la Policía Federal. Y es que la cooperación bilateral en seguridad va más allá de las tensiones por las políticas migratorias y comerciales de Donald Trump.

Imagino que el general Salvador Cienfuegos y el almirante Vidal Francisco Soberón, tras presentarle la radiografía del crimen al próximo primer mandatario, le habrán dicho que para los soldados y marinos es más cómodo permanecer en sus cuarteles capacitándose, entrenándose y estudiando…, pero hacerlo sería dejar el país a merced de los delincuentes, con el impacto no solo en el ámbito de la seguridad, sino también en la captación de divisas a través del turismo y de inversiones.

De ahí que es una buena decisión, con todo el costo político que pueda implicar, porque AMLO ofreció durante su campaña el regreso de las tropas a sus cuarteles –como en su momento lo hizo Peña Nieto–, así como el desmantelamiento del Estado Mayor Presidencial que se integrará a la Policía Militar. Y descartamos la percepción de que se doblegó ante los altos mandos castrenses.

Todos esos factores se tomaron en cuenta al poner entre las prioridades la seguridad de los mexicanos, y por eso los militares seguirán en la primera línea.

Anexo “1”

El caso Yucatán

Para darnos una idea de la importancia de la seguridad, baste señalar el caso de Yucatán, que ha mantenido la llegada de capitales, un desarrollo industrial pujante y mayor y mejor infraestructura, mientras que su capital, Mérida, encabeza la lista del estudio “Ciudades más Habitables de México 2018”, por su mejor calidad para vivir, cohesión social, desempeño de las autoridades y satisfacción de los servicios públicos. Este estatus ha sido refrendado en los últimos años, gracias al trabajo de los gobernantes en turno… esto a pesar de los crímenes de niñas y mujeres más recientes que hacen preguntarse por qué no se ha emitido la Alerta de Género.

Leo el comentario de una lectora a esta noticia ampliamente difundida: “No hablen mal de sus ciudades, hagan algo para cambiarla”.

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