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Como sucede cada año al acercarse la fecha del cierre del ciclo escolar, directivos, maestros y personal de apoyo y asistencia a la educación son sometidos a estrés extremo por las actividades finales, entre las que se pueden citar los exámenes extraordinarios, las listas con las calificaciones y sus promedios, los informes, los ensayos, la fiesta de clausura, entre otras. Pero si además le sumamos los cambios geográficos, las nuevas disposiciones administrativas como la permanencia de los clubes en la currícula escolar y la desaparición de los niveles de desempeño en las calificaciones, el ánimo y el ambiente se tensan irremediablemente ocasionando diversos roces entre directivos y maestros, debido a la urgencia de entregar en tiempo y forma la documentación final apegada a las exigencias de última hora.

Las chispas de la inconformidad docente en ocasiones traspasan los muros de la escuela y pringan a la autoridad educativa, como ha sucedido en los últimos años con las convocatorias de los cambios geográficos del personal docente; una vez más, el nivel de Telesecundaria da la nota cuando señala irregularidades al ocultarse el listado de lugares vacantes creando desinformación y confusión al no conocerse qué escuelas tienen una vacante. De igual manera, cuando un maestro salía de una escuela, ésta no se agregaba al listado para ser ofertada y continuar la cadena de cambios de adscripción. En otros casos, en las escuelas tridocentes, Planeación pretendía cerrar un grupo por falta de alumnado, lo extraño es que cuando había dos maestros de base y un contrato, se cerraba un grupo con maestro de base para reubicarlo en otro plantel e inexplicablemente dejar el contrato en la escuela. Estas irregularidades originaron que los maestros protestaran y propiciaran la suspensión de los cambios.

Por su parte, los maestros de tecnológica, que actualmente se hicieron cargo de los clubes, también manifestaron su inconformidad porque la autoridad educativa se negó a realizar cambios geográficos para ellos, aduciendo que los clubes no pueden tener cambios, a pesar de sus nombramientos de base como maestros de talleres.

De igual manera, a los intendentes y secretarias de escuela tampoco se les convocó a los cambios geográficos. A este grupo de personal de apoyo y asistencia a la educación se le pagó un retroactivo la quincena pasada y para su sorpresa recibieron una cantidad poco mayor que los mil 800 pesos y se les descontó por concepto del impuesto un aproximado de mil 500 pesos, recibiendo solamente unos 300 pesos por su incremento. La molestia e inconformidad ocasionó que se reunieran el martes pasado en el local de la Sección 57, donde los dirigentes que los recibieron les informaron que no le veían una solución a su favor y que todo se quedaría como está. Urge que la secretaria de Educación tome cartas en estos asuntos que crean inconformidad entre los trabajadores.

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