Hace algunos días las redes sociales hicieron bulla y casi linchaban a la secretaria de Fomento Turístico, Michelle Fridman, tras unas declaraciones que hizo sobre la promoción turística de nuestra entidad y en las que, entre líneas, dio a entender que en Yucatán no sabemos lo que tenemos y mucho menos cómo darlo a conocer.

Esas declaraciones desataron muchas opiniones debido a que para algunos fue una ofensa a todo el trabajo de promoción que a lo largo de muchos años se ha hecho, aunque para otros fue un simple comentario que, tal vez, resultó de un análisis realizado en lo que va de esta administración estatal.

Lo cierto es que la secretaria de Fomento Turístico dio de nuevo de qué hablar, y es que, tan solo unas semanas atrás, otra de sus declaraciones llamó la atención de las redes sociales, detallando que sería más fácil borrar a Progreso y volverlo a construir.

A raíz de esto se ha puesto en tela de juicio el trabajo de promoción que se pueda realizar, más allá de participar en festivales internacionales de turismo para figurar en fotos y convidar de guisos yucatecos al estilo gourmet. Aquí, por el contrario, se trata de ir paso a paso de la mano de toda la gente que en verdad hace de nuestro turismo una actividad digna de presumir.

La funcionaria haría bien en dialogar con nuestros artesanos, apoyar de manera digna a nuestras cooperativas, tenerlos cerca e inspirarles confianza, los yucatecos lo sabemos agradecer sin duda alguna .

Yucatán es tierra de grandes maravillas, de importantes atletas, de compositores que hacen magia con sus letras, de médicos tradicionales que han conservado milenario aprendizaje; somos semillero de talentosos investigadores, poseemos una gastronomía única en todo el país, que incluso es galardonada y reconocida en diversas partes del mundo, y ni hablar de nuestra ropa típica, tan reconocida que incluso en el calendario se dedica un día en especial para conmemorar el porte de la elegante guayabera.

Por si fuera poco, tenemos una de las maravillas del mundo moderno en nuestra tierra, se trata de Chichén Itzá, un portentoso lugar que gracias al apoyo de administraciones pasadas se ha logrado mostrar a los ojos del mundo en toda su majestuosa importancia.

Podría seguir describiendo todas las cosas que nos hacen únicos y que nos identifican, pero eso será en otra ocasión, lo que quiero dejar en claro es que los yucatecos conocemos lo que tenemos y muy bien.