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Viajeros: seguimos dando vueltas por nuestra bella Península de Yucatán, recorriendo todos esos puntos que nos inspiran a seguir viajando y conociendo, y es que para nosotros viajar significa identificarnos con otras costumbres, enamorarnos de nuevos sabores y recordar horizontes cautivadores; digamos que somos cazadores de momentos increíbles.

La semana pasada tuve la oportunidad de ver uno de los amaneceres más impresionantes del Caribe mexicano, y esto fue en el bello Tulum, Quintana Roo, un lugar aislado de muchos de los problemas que hoy afectan a esta maravillosa entidad. Desde que llegamos el hotel estaba increíble, en verdad las fotos que habíamos visto en internet se quedaban cortas, y es que Tulum le ha apostado en los últimos años al turismo sustentable, a ese turismo verde, amigable con el medio ambiente y que hoy tiene gran demanda sobre todo de los visitantes provenientes de Europa y Asia.

En la mañana decidí despertar a las 5 para alcanzar los primeros rayos del sol, y lo logré; por varios minutos fui testigo de una estampa increíble color naranja en el cielo que anuncia que un nuevo día iniciaría, fue muy impresionante. Luego del desayuno decidí tomar un tour de cenotes que me recomendaron mucho, se trata del complejo conocido como Casa Tortuga, un sitio enclavado en la naturaleza y que por donde voltee uno hay asombro; el precio para ingresar es de 400 pesos y si eres de Quintana Roo te hacen un descuento del 50 por ciento.

Para este recorrido no necesitas tener buena condición, pero sí valor para meterte al agua fría de los cenotes, ya que son 4 en los que te sumergirás en un recorrido de 90 minutos; incluso presumen de tener uno de los cenotes más largos de la zona, mismo que mide más de 100 metros de longitud, es abierto y es bellísimo. Como te comento, entras en las profundidades de los cenotes, y te dan una buena explicación sobre la formación natural de estos espacios, incluso te muestran cómo nuestros antepasados pudieron resguardarse en las cavernas. Es algo sensacional y sin importar el lugar de tu procedencia quedas enamorado.

También me di la oportunidad de conocer un poco de su vida nocturna, ya que un buen amigo me dijo que tenía que ir a dos lugares icónicos para comer o tomar una cervecita, y sorpresa que me llevé, al ver que todo es tranquilo, no vi excesos, es seguro y sin preocupaciones; teniendo en cuenta que me encontraba a unos cuantos kilómetros de Playa del Carmen, tenía otro concepto, sin embargo lo que viví me encantó.

En el tema del sargazo tengo que reconocer que Tulum no pasa por un buen momento, al igual que muchas zonas en Quintana Roo, pero me di cuenta que Tulum es más que playa, es cultura, arte, gastronomía y mucho más. A seguir gozando del verano, viajeros.

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