|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

A 5 meses del inicio de esta pesadilla que tiene por nombre Covid-19, el mundo entero ha cambiado, nuestros planes se han detenido indefinidamente a la espera de una cura y de que las cifras disminuyan, pero la triste realidad es que llevamos meses con los indicadores igual: un día arriba, otro abajo y dos más de nuevo arriba, pero sin duda éste es el resultado de nuestras acciones, que por ignorancia, incredulidad o tal vez apatía, algunas personas siguen sin acatar al cien por ciento las disposiciones sanitarias que no son capricho de algunos, sino recomendaciones internacionales, que han funcionado en otras partes del mundo en donde la pandemia golpeó primero.

De verdad que es muy triste ver diariamente casos de personas que pierden la batalla contra este enemigo invisible, de personas que antes sólo eran un nombre y ahora son rostros de amigos, conocidos, familiares, gente cada vez más cercana a ti, por lo que la batalla se hace cada vez más personal, nuestro mundo se hace cada vez más reducido por esta situación, y es que en verdad este 2020 ha sido un año complicado en muchos sentidos, pero me impresiona que, aun con todo esto que vivimos y vemos diariamente, existan personas que sigan haciendo la diferencia, con poco o mucho, pero de verdad llaman la atención y mueven conciencias.

Ese fue el caso hace un par de días cuando de camino al trabajo me percaté de un acto sencillo pero muy significativo: el conductor de una camioneta detuvo su paso en uno de los retenes de seguridad instalado en la carretera a Dzityá, sólo para entregarle al uniformado de la policía estatal una bolsa con refrescos y algo para comer, acompañado de unas palabras de aliento; de verdad, el acto fue de escasos segundos, pero les aseguro que le cambió completamente la jornada al oficial, porque personas como ellos están cuidándonos y se pasan largas jornadas en la calle, viendo cómo todos hacen su vida normal. Inmediatamente a ese acto, el elemento policiaco se mostró con una alegría y emoción por ese detalle que contagia.

En verdad este tipo de situaciones muy pocas veces las he visto y me parecen un buen acto de reconocimiento para quienes nos cuidan y considero que ahora, más que nunca, debemos ser agradecidos, empáticos, pero sobre todo sensibles ante todo y todos los que nos rodean, porque tal vez estamos en una situación más privilegiada que otro u otros que vienen detrás de nosotros y que por más que quieran no pueden hacer ciertas cosas por la posición en la que se encuentran; es por eso que deberíamos pensar un poco más en los demás que en nosotros mismos.

Considero que esto que actualmente sucede nos está dando la lección de nuestras vidas y si al final seguimos siendo las mismas personas que éramos antes de la pandemia, no aprendimos absolutamente nada; así que piensen, mediten y analicen qué pueden hacer y mejorar.

Lo más leído

skeleton





skeleton