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Es importante festejar el Día de la Tierra, pero es mucho mas importante presionar para que se legisle sobre leyes que ayuden al medio ambiente y que reviertan la terrible tendencia de destrucción que hemos creado.

Desde 1970 se comenzó a conmemorar el Día de la Tierra en Estocolmo, en donde hablaron de qué acciones deberían seguir todos los países para cuidar el agua, la flora, la fauna, el medio ambiente y la biodiversidad. Desde entonces ya se hablaba de la importancia de la educación ambiental y de comenzar a inculcarla en nuestros jóvenes y en nuestros niños.

De ese día a la fecha, la biodiversidad de nuestro planeta se ha perdido en un 30 por ciento y seguimos enfrentando el problema del calentamiento global, es decir, aunque ya tenemos muchos años hablando del tema no hemos logrado revertir la tendencia.

Desde 2009, la ONU designó el 22 de abril como el Dia de la Madre Tierra. Se habla de la madre tierra porque es así como muchas etnias diferentes se refieren a la Tierra y a la naturaleza, la consideran la raíz de la vida, y eso es lo que hace tan importante cuidarla.

Tenemos que celebrar a la Tierra, a la naturaleza y a todos los milagros que nos rodean día a día, pero también es importante hacer conciencia del desgaste que de la Tierra hacemos cada día, que en el afán por mantener nuestro estilo de vida, sacrificamos nuestro planeta.

El 22 de abril es un día especial en que cientos de personas alrededor del mundo se visten de verde y siembran árboles, pero esto no servirá de nada si no hacemos acciones que garanticen el crecimiento de estos y de muchos árboles más. Hemos pasado muchos años en los que se han querido implementar cambios globales, legislaciones a nivel país o a nivel mundial, pero debemos cambiar a algo más realista.

Todo camino, por largo que sea, comienza con el primer paso, y eso es lo que cada uno de nosotros podemos hacer, comenzar a dar pasos en la dirección correcta, no podemos cambiar al mundo, pero podemos cambiar nosotros y comenzar a influenciar a nuestro entorno, con acciones diarias, cotidianas, que pueden ir cambiando e ir inspirando a las personas que nos rodean a cuidar el medio ambiente, a vivir con menos consumo y con menos desperdicio, a no derrochar nuestro recursos.

Cada uno de nosotros puede comenzar por plantar un árbol y darle seguimiento a su crecimiento, hay que regarlo de manera constante, fertilizarlo y cuidarlo. Un árbol parece poco, pero si cada uno de nosotros lo hace tendremos pronto parques con gran vegetación que ayudarán no solo a producir oxigeno, sino que también generarán sombra para futuras generaciones. Regresemos a jugar a las calles para aumentar nuestro contacto con la tierra y con el medio ambiente, disminuir el uso de plástico para cosas desechables, dejar de usar popotes, bolsas, botellas de plástico y hacer un análisis de la basura que generamos aprovechando las cosas que se pueden reusar o reciclar.

En los últimos 35 años se ha perdido un tercio de la biodiversidad del planeta y esto es muchísimo, así que en lugar de solo festejar el día del planeta, planeemos hacer el año de la Madre Tierra, o la década de la ecología y comencemos acciones que podamos hacer de manera cotidiana y que cambien nuestro entorno.

Martin Luther King dijo: “Si supiera que el mundo se acabaría mañana, de todas formas plantaría un árbol”. Esperemos que el mundo no se termine mañana, pero aun así no hay mejor acción que hacer que plantar y cuidar un árbol; seamos el cambio que queremos ver en el mundo.

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