|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Ya llevamos casi seis meses de cuarentena y nos enfrentamos cada día a nuevos retos. Ahora con el regreso a clases a distancia y con muchas actividades que están comenzando a reactivarse tenemos que seguir enfrentando el miedo al contagio y a enfermarnos nosotros o nuestros seres queridos.

A través de esta cuarentena hemos aprendido muchas cosas que no podemos hacer, pero ahora es tiempo de comenzar a ver aquellas cosas que sí podemos hacer. Muchas personas ya después de tanto encierro y tantos problemas que han surgido se enfrentan a la depresión, todo lo que escuchamos se centra en las limitaciones que tenemos, en cómo culpar al virus, y leemos a cada momento mensajes negativos y desesperanzadores de la situación sanitaria, política y económica. Esta actitud más que ayudarnos nos encierra en un círculo de malestar.

Veamos los hechos reales. Estamos enfrentado una situación que ninguno de nosotros había enfrentado antes, nos hemos dado cuenta de que nosotros no sabemos cómo enfrentarla, pero tampoco los que están a cargo de la política o de la salud. Todos estamos aprendiendo a conocer a un nuevo virus y según los expertos esta nueva realidad va a durar muchos años, así que ya no nos dejemos llevar por la desesperanza y la negatividad, eso no nos ayuda en nada.

Para contrarrestar esta ola de información negativa que nos persigue en las redes sociales y en los medios de comunicación, la propuesta es hacer una reflexión en este mes de septiembre que está empezando y concentrarnos en los cambios positivos que han surgido y que podemos introducir en nuestras vidas.

Esta reflexión debe tener siempre en cuenta la importancia de cuidarnos a nosotros mismos y a quienes nos rodean, seguir las normas de higiene y de sana distancia.

Lo primero que hemos aprendido de este virus es que la concentración de personas no es buena. Así que lo mejor es pasear en espacios abiertos, puedes ir a la playa o disfrutar los espacios verdes que hay en tu ciudad, pasea y aprovecha hacerlo de manera consciente, gozando cada momento, disfruta los pequeños milagros de la naturaleza.

Crea tu propio huerto en casa. No se necesita mucho espacio ni demasiado conocimiento, y aunque es cierto que requiere de responsabilidad y cuidado, es mucho más fácil y gratificante de lo que la mayoría cree. Puedes empezar con un sólo huacal de tierra y algunas semillas para adentrarte en el maravilloso mundo de los huertos y poder comer lo que sembraste y cuidaste.

Comparte con la familia. Es verdad que estamos un poco confinados en casa, pero podemos aprovechar para compartir con las personas de nuestra familia, recordar momentos importantes y crear nuevos recuerdos juntos. Mantén los consejos de seguridad y aprovecha para jugar y convivir en familia.

Escucharte. Por fin tenemos tiempo para nosotros mismos, podemos retomar actividades que nos gustan y que alimentan tu espíritu. Abre tu corazón a escucharte realmente y a conocerte.

Otra posibilidad es formarnos, estudiar, especializarnos. Hay muchos libros, cursos en línea y posibilidades para aprender y mejorar. No importa tu edad o tus habilidades, hoy puedes intentar cientos de cosas nuevas. Sé flexible y ten paciencia, el adquirir nuevas habilidades toma tiempo y disciplina.

Cultiva una inteligencia emocional saludable. Esto se logra teniendo una alimentación sana, haciendo un poco de ejercicio dos veces al día, manteniendo una actitud positiva, aprendiendo algo nuevo, compartiendo y ayudando a los demás y agradeciendo a cada momento las bendiciones que recibimos.

Lo más leído

skeleton





skeleton