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Después de la pandemia, la realidad que conocemos ya no será igual, estará presente bajo nuevas reglas y aspectos, y como todo cambio es una oportunidad para crear un mundo mejor, uno de los puntos más esperanzadores es que tal vez nuestro sistema económico pueda transformarse en uno más equitativo, en donde las políticas públicas dejen de incentivar la asistencia social no condicionada y se establezcan cargas fiscales justas a los grandes empresarios. Esto podrá llegar si logramos un cambio político, a través del aprendizaje de los errores cometidos al elegir a quienes ahora toman las decisiones de nuestro presente y futuro ante la crisis.

El trabajar desde casa se hará una práctica más común, ya desde hace algunos años se veía este elemento como obsoleto en los países desarrollados, y ahora la crisis nos ha llevado a digitalizarnos potencialmente, lo que seguro que en muchos casos permanecerá; esta digitalización también cambiará la industria de los servicios, ahora las personas se están acostumbrando a realizar sus compras a través de plataformas digitales dejando a un lado las compras presenciales convencionales.

Un punto positivo que igual puedo visualizar es que la pandemia coloca a todos los seres humanos como sujetos vulnerables y esto motivará formas de enfrentamiento ante la crisis climática en los proximos años; hoy donde la economía pasa a un segundo término despues de la salud y la vida humana podrá ser el eslabón que es necesario para determinar un cambio único y disminuir las emisiones de carbono.

La telemedicina ahora es una realidad más aceptada, tan sólo en Yucatán contamos con una aplicación de celular del gobierno del estado que otorga consultas gratuitas a traves de texto y videollamadas; este aporte es muy útil sobre todo para las comunidades más alejadas de los centros urbanos. Asimismo las ideas progresistas podrán ser mucho más aceptadas, la sobreexposición a redes sociales y a diferentes formas de ver el mundo, sobre todo de la gente conservadora, podría normalizar ciertos aspectos de la vida pública.

Sin embargo, también pueden suceder cosas negativas, podremos estar creando políticos más autoritarios, esto como producto de una planificación inadecuada ante la crisis, liderazgos incompetentes y servidores públicos desprovistos de preparación, personajes que se aprovechen del miedo de la población para utilizarlo a su favor, incapaces de establecer planes de acción eficientes y desarrollar políticas públicas ante la crisis.

Y lo que visualizo como el peor escenario es que la gente no aprenda nada, que la realidad desigual que se vivía antes siga siendo la misma, que el aislamiento y el distanciamiento social nos vuelvan más egoistas y que el ser humano demuestre que, despues de un par de semanas, lo que perdurará será el olvido y la creencia de que esto nunca más volverá a suceder.

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