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Sufrimos el calor de Yucatán y quienes vivimos aquí sabemos que abril nos llenará de temperaturas altas, humedad y otros motivos por los que hasta el más valiente participará en el maratón para mitigar la sensación térmica.

Ese pensamiento me hizo recordar la hora del Planeta, una actividad que pretende concientizar a la población sobre el cambio climático y sus consecuencias que me parece que sigue ganando simpatizantes a pesar de que siento que este año pasó con menos gloria que fechas anteriores.

La historia comenzó en 2007, en la ciudad de Sídney, con un éxito no conocido anteriormente porque se recuerda como el inicio de la mayor campaña de movilización mundial en bien de la ecología por una acción que pretende aún hoy apagar todas las luces posibles durante 60 minutos para contribuir con un planeta mejor.

Esa actividad en 2011 ya sumaba 5,250 ciudades de 135 países con 51 idiomas que hacían eco de las acciones para evitar mayores daños al planeta en que habitamos. Fue en esos años que me enteré de que podía participar y desde mi trinchera hacer cambios para contribuir con menos emisiones de humo, consumo de hojas de papel impreso, bolsas plásticas de cualquier tipo, popotes, y así podría seguir hasta el infinito.

Hay dos frentes que aportaron un granito de arena, la oficina y el hogar, pues son cambios simples que tienen que ver con el cuidado y la organización que te permiten incluso economizar. Desde desconectar de los enchufes de energía eléctrica todos los aparatos que no servirán hasta seleccionar la basura al menos en cuatro categorías te deja ahorros que no conocía.

Se trata de conseguir que el aumento de la temperatura media del planeta se quede entre 1.5 y 2 grados para evitar consecuencias más catastróficas.

El sábado 30 de marzo de este año se pidió que durante todo el día te unieras a uno o varios de tres retos. El primero era un día sin carne, ya que las estadísticas de WWF indican que se necesitan 15,500 litros de agua para producir un kilo de carne. El siguiente desafío era un día sin plástico de un solo uso, ya que cada año se dejan 100 millones de toneladas a la naturaleza. Y el más destacado, un día sin emisiones, ya que el transporte urbano es el causante del 30 por ciento de todas las manifestaciones de CO2.

El asunto es que todos los días se puede contribuir al Planeta así que olvídate de la fecha y elige tus compromisos entre las múltiples causas que propone la organización. El próximo domingo 7 de abril entra en vigor el horario de verano 2019. Los mexicanos deben adelantar una hora su reloj, para aprovechar más la luz del día, mientras el presidente López Obrador no diga lo contrario.

Mientras, mejor aprovecho que es lunes para celebrar la vida de mi hermana Yolanda, la mejor del mundo, a quien agradezco todo. ¡Que sea feliz!

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