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¿AUTOMOTOR O AUTOMOTRIZ?: En días pasados recibí un reto en el Facebook. El popular locutor de radio y televisión Mario Chacón Medina reprodujo una información periodística con el título “En riesgo sector automotriz” y el comentario: Pilo Escalante, ex copetón, ¿será que el sector ya es femenino (La sector automotriz)?

De inmediato el Dr. Raúl Vela Sosa dio una respuesta: “Debe ser sector automotor o industria automotriz”.

Para aclarar dudas, nada como acudir al Diccionario de la Lengua Española (Dele): “Automotor, ra. adj. Dícese de la máquina, instrumento o aparato que ejecuta determinados movimientos sin la intervención directa de una acción exterior. Apl. a vehículos de tracción mecánica, ú.t.c.s.m. (úsase también como sustantivo masculino). “Automotriz. adj. f. (adjetivo femenino) automotora”.

Tienen razón don Mario y don Raúl. Según el Dele, no es correcto decir “sector automotriz”, porque el sustantivo “sector” es del género masculino y “automotriz” es un adjetivo femenino.

Aquí hay un gazapo.

El colombiano Fernando Ávila, en su obra El español correcto para dummies, confirma lo anterior: “Un error frecuente es añadir el adjetivo automotriz a sustantivos masculinos: taller automotriz, servicio automotriz, parque automotriz, sector automotriz. Lo correcto es taller automotor, servicio automotor… pues automotriz debe calificar solo sustantivos femeninos: revista automotriz, fábrica automotriz, operaria automotriz”.

EL ARTE DE CÚCHARES: Una lectora de esta columna me reclama haberme referido a las corridas de toros como “el arte de Cúchares”. Según ella, no puede ser arte la crueldad con que se trata al toro durante la lidia.

Le aclaramos a esa buena mujer que el interés de esta columna es la correcta redacción de los escritos y no hacer proselitismo a favor ni en contra de las actividades taurinas. Para no incurrir en el vicio del lenguaje llamado monotonía o pobreza, el escritor debe utilizar sinónimos, es decir, vocablos y expresiones que tienen una misma o muy parecida significación.

Dice el Diccionario de la Lengua Española: “Tauromaquia. Arte de lidiar toros”; y quien dio a la publicidad las primeras reglas de las corridas fue precisamente el torero Cúchares. Por esas razones utilicé en mi escrito la expresión “el arte de Cúchares” como sinónimo de la llamada fiesta nacional española.

Si a nuestra amiga no le gusta que el Dele llame “arte” a lidiar toros bravos, deberá gestionar en la Academia de la Lengua que se modifique esa definición de la tauromaquia. Mientras no se haga la rectificación correspondiente, la corrida de toros es un arte.

Hasta el próximo tirahulazo.

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